Los usuarios de Airbnb que quieran alquilar sus pisos a través de esta plataforma en Catalunya tendrán que dar su consentimiento para que sus datos personales puedan ser compartidos con las autoridades locales y regionales. Se trata de una de las medidas que ha incorporado Airbnb para promover a un home sharing (compartir hogar) "responsable", en el marco de las gestiones para legalizar el alquiler de pisos turísticos.
Airbnb ha informado hoy de que el próximo 1 de junio pondrá en marcha una nueva herramienta tecnológica que "ayudará a los anfitriones a seguir las normas locales de turismo en Barcelona y Catalunya" y que facilitará al Ayuntamiento la identificación de los "malos actores". Así, antes de poder compartir su alojamiento, los nuevos usuarios de la plataforma tendrán que indicar si lo mismo tiene que estar registrado por ley o no. También tendrán que permitir que algunos datos personales, como su nombre, dirección o DNI, puedan ser compartidos con ayuntamientos y la Generalitat.
En este sentido, Airbnb explica que "de esta manera, las autoridades podrán verificar de una forma más fácil que los alojamientos cumplen con la ley y ayudar a eliminar potenciales malos actores", y también recordará a los propietarios las leyes locales sobre turismo.
La plataforma asegura que lleva trabajando en esta nueva herramienta desde el verano del 2017 y que la lanzará al mismo tiempo que está revisando la "lista de potenciales malos actores identificados por el Ayuntamiento de Barcelona". "Airbnb quiere ser un buen socio para la ciudad de Barcelona y trabajar de forma conjunta en soluciones para un turismo sostenible", señala en un comunicado al director general de la compañía en España, Arnaldo Muñoz.
2.577 pisos turístico retirados
La semana pasada, el Ayuntamiento de Barcelona emplazó en Airbnb a retirar de su web otros 2.577 pisos turísticos ilegales y a "cumplir de una vez por todas con la ley", dejando de anunciar pisos sin licencia.
Airbnb recuerda que hasta ahora se han eliminado más de 2.500 anuncios de la plataforma, como resultado de las prácticas ilegales notificadas por el Ayuntamiento y de la limitación a los anfitriones en Ciutat Vella de compartir un solo anuncio, con la excepción de aquellos que tienen la licencia requerida.
La plataforma subraya, en cualquier caso, que Barcelona y Catalunya "no cuentan todavía con normas claras diseñadas para las familias locales que comparten su hogar". Arnaldo Muñoz asegura que el hecho de compartir la casa es "un salvavidas económico" para muchas familias catalanas, ya que un estudio interno muestra que el 57% de los anfitriones usa la plataforma para poder mantener su hogar y un 39% afirma que usa los ingresos obtenidos para llegar a final de mes.
"Airbnb quiere trabajar de forma conjunta con las autoridades para actualizar la regulación y adaptarla al siglo XXI, para de esta manera poder obtener extensibles los beneficios del turismo sostenible a todas las personas de la ciudad", concluye Muñoz.