La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ve probable que el nivel de deuda pública siga reduciéndose lentamente en los próximos años y que llegue al entorno del 91% del producto interior bruto (PIB) en 2022, de acuerdo con su último "Observatorio de deuda" publicado este martes. Sin embargo, la entidad indica que la probabilidad de que la deuda no se reduzca en los próximos cuatro años se calcula cercana al 25%.
En cifras, la deuda pública se situó a finales de 2018 en el 97,2% del PIB, lo que supone una reducción de 3,2 puntos respecto al máximo registrado en 2014, pero casi 37 puntos por encima del nivel de referencia legal del 60%, recuerda el informe. La contribución del crecimiento del PIB (efecto denominador) a la reducción de la ratio de deuda ha sido de 14,8 puntos desde 2014.
La AIReF ha simulado en esta edición del observatorio el efecto de un "shock macroeconómico" y demográfico de carácter permanente, como el observado en Japón durante los años 90, lo que se traduciría en una deuda creciente a partir de 2035, que superaría el 125% del PIB hacia 2050.
En el caso de "japonización", la mayor parte del incremento adicional en la deuda se explicaría por el peor comportamiento de la población en edad de trabajar y un mercado laboral menos dinámico, que generaría menor crecimiento económico y presiones inflacionarias más contenidas, además de un deterioro del saldo de la Seguridad Social y un aumento en la carga de intereses.
La AIReF señala que la principal debilidad sobre los riesgos regionales y locales está en las comunidades autónomas, con un nivel de deuda muy elevado, casi dos veces superior al máximo nivel de referencia legal del 13% del PIB.
El riesgo es muy alto en Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia, donde se necesitan más de 100 días de trabajo para pagar la deuda del gobierno regional. Por el contrario, en las entidades locales la acumulación de depósitos debido a la existencia de saldos estructurales positivos ha causado que por primera vez la ratio de deuda neta de depósitos bancarios se volviese negativa en el último trimestre de 2018. No obstante, existen casos particulares donde la deuda "todavía es muy elevada", recuerda la AIReF.