El precio medio de los carburantes se había estabilizado e incluso había bajado poco después del verano, pero en las últimas cuatro semanas los paneles de las gasolineras vuelven a reflejar una dura realidad: lo que pagamos por cada litro de gasolina o de diésel es, semana a semana, más caro. Los precios se sitúan al alza y, muy particularmente, destaca el caso del diésel. En algunas estaciones de servicio, este precio ya es de dos euros, una cifra que no se registraba desde el pasado mes de julio.
Este mismo lunes, se ha conocido que el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido en una semana un 0,4% y queda fijado en 1,763 euros. Los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea ponen de manifiesto que este es el nivel más alto alcanzado desde septiembre. Por otra parte, la brecha con el diésel se dispara ya a los 20 céntimos: aunque el repunte ha sido de un 1,2%, el precio ya se remonta hasta los 1,972 euros por litro. A pesar de que el máximo llegó en el mes de julio con los 2,141 euros por litro de gasolina, la realidad es que los carburantes vuelven a dispararse. Lo hacen, además, en un contexto en que hay un claro riesgo de escasez del diésel.
El gasóleo, un 29% más caro que hace un año
En la presentación de los resultados de los primeros nueve meses del año, Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, avisaba de que se están quedando "sin destilados medios en algunos países europeos", en medio de una situación que anticipa que será muy compleja "en los próximos meses". De hecho, los expertos ya dejan entrever que se avista un escenario duro y que el precio del litro de diésel podría volver a superar los 2 euros en semanas próximas y en fechas que se espera mucho movimiento, como puede ser el puente de la Constitución en diciembre o ya entradas las festividades de Navidad. La escasez obedece, en grado considerable, a un mayor uso de este gasóleo en las centrales eléctricas, dado que la producción de estas se ha visto sustancialmente incrementada por los cortes y por la llegada de menos gas de Rusia. Y ya se sabe que, cuando la demanda sube y se incrementa de manera notoria, la oferta baja e, inevitablemente, el precio crece. Además, se acerca el invierno y, por lo tanto, el uso de este destilado del petróleo se multiplica para calentar calderas.
Si hacemos la comparativa con los precios de este mismo periodo el año pasado, el encarecimiento es muy pronunciado, sobre todo con respecto al gasóleo. Mientras que el precio del litro de gasolina se ha encarecido un 4,4%, el del diésel se ha disparado un 29%. En el conjunto de la Unión Europea, el panorama no es mejor: actualmente, el precio medio de un litro de gasolina se sitúa en 1,806 euros; mientras que el del diésel es de 1,973 euros. En la eurozona, todavía las cifras son más elevadas: 1,806 euros el litro de gasolina y 2,007 euros el litro de gasóleo.