La farmacéutica catalana Almirall perdió 42,8 millones de euros en el primer semestre del año, frente a las ganancias de 42,4 millones de euros del mismo período de 2020, al asumir un deterioro de valor contable de activos intangibles por valor de unos 100 millones de euros.
Almirall ha detallado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el supervisor bursátil español, que el deterioro se desglosa en 69 millones atribuibles a Seysara, su tratamiento contra el acné, "por presiones en cuanto al acceso al mercado y los reembolsos", en otros 22 millones a la llamada cartera Legacy de EEUU y en 12 millones por no haber ejercido la opción de compra de la compañía Bioniz Therapeutics.
Con todo, la compañía ha avanzado que mejora su expectativa de core ebitda para el cierre de 2021, es decir, su beneficio bruto de explotación básico -excluyendo ingresos diferidos de AstraZeneca y otros ingresos- de una horquilla de 190 a 210 millones de euros, a entre 195 y 215 millones.
Aumentan los beneficios
Sin tener en cuenta factores extraordinarios como ese deterioro contable, Almirall asegura que su beneficio habría sido de 57,8 millones de euros hasta junio, un 2,8% inferiores. De enero a junio los ingresos totales de la compañía aumentaron un 8,2%, hasta los 416,8 millones de euros, de los que 415,5 millones corresponden a ventas netas -que repuntaron también un 8,2%- y otros 1,3 millones a otros ingresos.
De los 415,5 millones de ventas netas, el grueso provienen del mercado europeo, que aportó 343 millones en el primer semestre, un 13% más, mientras que Estados Unidos generó 46 millones, un 11% menos, y otras áreas geográficas -lo que Almirall agrupa en la categoría Resto del Mundo- reportó unas ventas de 26,5 millones de euros, un 5% menos.
El negocio dermatológico, que Almirall busca potenciar cada vez más, aportó 187 millones hasta junio, un 13% más, e Ilumetri, un tratamiento para la psoriasis crónica grave, fue el primer producto en ventas, con 36,5 millones de euros generados en el primer semestre, un 105% más.
En cuanto al beneficio bruto de explotación o ebitda, sumó 136,6 millones hasta junio, lo que supone un 0,4% menos que en el primer semestre de 2020. La compañía espera que la covid-19 siga impactando su negocio este año, si bien confía en una normalización progresiva en el segundo semestre del año. De hecho, espera que las ventas netas core, es decir, de sus productos principales, crezcan al cierre del año un dígito medio, es decir, que aumenten un 5% respecto a los 755 millones de euros logrados en 2020.
Potencial a medio plazo
Asimismo, Almirall ve fuerte potencial a medio plazo de los productos que está desarrollando, en especial su negocio principal de dermatología médica, y al mismo tiempo continúa buscando "oportunidades externas", como acuerdos de licencia complementarios que refuercen su negocio principal y generen "valor sostenible para los accionistas".
La compañía controlada por los hermanos Gallardo prevé lanzar en Europa en la segunda mitad del año Klisyri, un tratamiento innovador para la queratosis actínica; espera que se apruebe en diversos países europeos su crema Wynzora, para la psoriasis vulgar de leve a moderada, y disponer de los datos iniciales de fase III de lebrikizumab, para el tratamiento de la dermatitis atópica de moderada a grave.
"La solidez de los resultados obtenidos confirma que estamos progresando como se esperaba, con una cartera de productos innovadora, enfocada a desplegar todo el potencial a medio plazo a través de importantes catalizadores durante este año y en 2022", ha asegurado en un comunicado el consejero delegado de Almirall, Gianfranco Nazzi.