La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha aprovechado su intervención en el Foro Económico de Davos para desmentir el mito del trabajo en España que suele incluir playa, toros y siesta. "Sé que el sur de Europa tiene la imagen de que nos pasamos el día en la playa, vamos a los toros o hacemos largas siestas, pero no es cierto. He visitado las ciudades españolas. Llevo ocho años de nuevo en España y me consta que la gente trabaja denodadamente", ha explicado en una mesa redonda compartida con el eurodiputado alemán y hasta hace tan solo dos días presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
En este sentido, la presidenta del Santander ha resaltado que en España hay 18,5 millones de personas trabajando. Y a pesar que este dato muestra que "se ha hecho mucho", también anticipa que todavía queda un largo camino por recorrer. En esta línea, ha reconocido que no le gusta ver en España en la parte inferior del ranking de riqueza (concretamente, en la posición 14 de 18) pero que al fin y al cabo, entiende que "lo importante es que aparecemos en la lista de economías desarrolladas. Hace 25 años habríamos estado en la lista de economías en desarrollo". Y de ahora en adelante, opta por "ser optimista e intentar hacerlo mejor". Por su parte, el socialdemócrata Schulz ha aprovechado su intervención para dar también cierto apoyo a Botín al asegurar que Alemania no debería dar "lecciones a todo el mundo".
Compromiso con el Reino Unido
Dada la fuerte vinculación del Banco Santander con el Reino Unido, donde tiene 40 millones de clientes y alrededor de 80.000 empleados, Botín ha querido reiterar el compromiso de la entidad que preside con el país que escogió que Brexit es Brexit. Y es que, a pesar de lamentar esta decisión, la ejecutiva nacida en Santander no duda en señalar que "Reino Unido es sumamente importante." Para ello, también ha recalcado la importancia de "colaborar y cooperar" además de "tener un periodo de aplicación que pueda satisfacer a personas y a pymes" en el proceso de salida de la Unión Europea (UE).
A diferencia del Reino Unido, Botín no pone en duda los cimientos de Europa y destaca que tiene un modelo idóneo para lograr un crecimiento incluyente. No duda pero sí recomienda que Europa no se puede permitir otra crisis sin que haya una unión "más fuerte" y con mayor visión común.