El mercado del delivery vive el primer aniversario de la ley rider –que establecía que los trabajadores tenían que ser asalariados y no autónomos– en un sector sacudido por final de la pandemia, que disparó su actividad. El aniversario llega entre dudas de su eficiencia, después de que Uber Eats haya anunciado que se sumará a la principal empresa del sector –la catalana Glovo- y volverá a apostar por un modelo con autónomos. A su vez, Just Eat ha lamentado en declaraciones en la ACN que el incumplimiento de la norma ha provocado una "desmesurada competencia desleal". Los sindicatos denuncian las "trampas" de las plataformas, pero al mismo tiempo reivindican que la ley ha dado "seguridad" y ha permitido regularizar la situación de 15.000 empleados.
Los sindicatos que negociaron la norma durante meses –CCOO y UGT– celebran la entrada en vigor de la ley y consideran que ha supuesto un "punto de inflexión", ya que, para un repartidor, dejar de ser autónomo implica poder disfrutar de vacaciones, permisos retribuidos o reducciones de jornada, entre otros.
"Es una ley pionera en la regulación del trabajo de plataformas digitales a nivel europeo", destaca a la responsable de Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO en Catalunya, Liliana Reyes. "La norma está funcionando y ha servido para impulsar una directiva europea para regular el trabajo en plataforma", ha coincidido el secretario confederal de UGT, Fernando Luján
Según un estudio de UGT, la norma ha provocado que más de 15.000 personas que trabajaban como falsos autónomos estén, un año después, en situación regular. Algunos de los colectivos que consiguieron un contacto y representación sindical fueron los trabajadores de los supermercados de Glovo, después de movilizarse e ir a la huelga.
Ahora bien, los sindicalistas reconocen que "todavía queda muy de camino para recorrer" en el sector, ya que, en la mayoría de casos, los trabajadores asalariados que salen a repartir han pasado a ser subcontratados y la principal empresa del sector sigue haciendo uso de autónomos. En esta línea, CCOO asegura que las empresas utilizan "prácticas fraudulentas" y "se inventan fórmulas" para "dar la vuelta" a la ley. Un caso, según explican, es el de pedir dos facturas a los riders, de manera que a la realidad siguen operando como falsos autónomos.
"Seguiremos batallando e impidiendo que haya situaciones de abuso", avisa a Luján, de que también pide "más recursos" a Inspección de Trabajo para combatir las malas prácticas.
Uber Eats vuelve a apostar por autónomos
Ahora, el sector se encuentra con una demanda a la baja después del 'boom' pandémico –que convirtió el delivery en una actividad "essencial"– y con una inflación disparada que hace al consumidor sea más sensible a los precios.
En este escenario, los gigantes del delivery buscan ser rentables y esquivar los costes que supone contratar trabajadores. Esta semana Uber Eats anunció que buscaba una fórmula para que los repartidores autónomos puedan fijar las tarifas de los pedidos. "Ante la evidencia de que la mayoría de repartidores en España quieren trabajar como autónomos, estamos explorando un nuevo modelo que les permita hacerlo y cumplir la regulación", ha asegurado un portavoz de Uber.
La compañía norteamericana no dejará de trabajar con flotas subcontratadas, sino que quiere optar por un modelo híbrido, para poder recuperar los 66 mercados donde han dejado de operar y ampliar horarios en los 120 donde han reducido oferta.
Una vez conocida la información, el Ministerio de Trabajo amenazó con "sanciones" y avisó de que serán "implacables" con la exigencia del cumplimiento de la ley. Las multas también podrían afectar a los restaurantes que facturan directamente a los repartidores, según adelantó Eldiario.es.
Críticas de Just Eat
A su vez, Just Eat, ve "necesaria" la regulación, pero critica que "desafortunadamente hay un operador que no la cumple" –en referencia a Glovo-, hecho que "ha provocado una desmesurada competencia desleal para el ahorro que supone no asumir las contribuciones a la seguridad social de los repartidores", ha indicado al director general de Just Eat, Patrik Bergareche.
Bergareche reclama, de una lado, a los operadores que se comprometan de manera "urgente" con el marco normativo y al Gobierno que ponga sobre la mesa "recursos y mecanismos necesarios para hacer cumplir la ley". A finales del 2021, Just Eat cerró por primer convenio colectivo de empresa del delivery, que esperan que sea "precursor" del convenio sectorial.
En estos meses, la empresa ha optado por contratar a 1.000 repartidores en plantilla y cerrar acuerdos con empresas que subcontratan repartidores. Esta práctica ha sido multada recientemente por el Gobierno con 187.515 euros por cesión ilegal de 183 trabajadores en la empresa Fleet Delivery Solution.
Un mercado cambiante
A lo largo de este año, el mercado ha cambiado significativamente con la entrada y salida de diferentes actores. El inicio de la vigencia de la ley rider coincidió con la marcha de la empresa de reparto británica Deliveroo, a raíz de la alta competencia en el sector.
Poco después, se anunció la llegada de empresas como Getir o Gorillas, que se dedican a reparto de productos de supermercados en pocos minutos, y que, meses después, han parado la expansión e incluso han anunciado recortes. Por ejemplo, la compañía alemana tiene previsto despedir al 40% de la plantilla y reestructurar el negocio a partir de septiembre.