El decreto de ahorro energético ha entrado en vigor este miércoles y los comercios han empezado a apagar las luces de los escaparates a partir de las diez de la noche. En la ciudad de Barcelona esta pasada noche se han visto irregularidades en la forma de aplicar el decreto, algunos lo han hecho directamente en el momento de cerrar la tienda a las ocho de la noche, es el caso de la tienda de lujo Versace, situada en el Passeig de Gràcia, que todavía no han programado el apagón y son los trabajadores los que se encargan de cerrar todas las luces de manera manual. Otras tiendas como la joyería Tous o Gucci han sido más previsoras y la semana pasada ya programaron el apagón adelantándose a la entrada en vigor del decreto. Sin embargo, el seguimiento ha sido irregular, ya que bastantes comercios no han apagado las luces pasadas las diez de la noche.

La nueva regulación para ahorrar energía impulsada por el Gobierno, y que tiene como medida estrella la limitación de la temperatura a 27 grados en verano y a 19 grados en invierno, también obliga a los comercios a apagar las luces de los escaparates a las 22:00 horas. La resolución también se aplica al alumbrado de los edificios públicos que estén desocupados, pero, en cambio, no obliga a que los monumentos como la Sagrada Familia apaguen las luces que lo iluminan. En este caso, será la patronal que la gestiona quien decidirá qué hacer con el alumbrado. Este decreto también obliga a los edificios públicos a mejorar su eficiencia energética, ya sea con obras de rehabilitación, sustituyendo el alumbrado o instalando sistemas de autoconsumo. El control de temperatura se tendrá que aplicar a la administración pública, en los comercios, en los supermercados, en los espacios culturales como cines o teatros y también en estaciones de transportes. Precisamente, este último es uno de los puntos en los cuales el Govern ha pedido un cambio para evitar que se reduzca el uso del transporte público.

Críticas al decreto de ahorro

La nueva medida ha generado mucho escepticismo entre tenderos y restauradores durante el primer día. En Barcelona, buena parte de los negocios afirman estar cumpliendo con la reducción de la potencia de la climatización y la recomendación de mantener las puertas cerradas. Comerciantes y restauradores se quejaban de que 27 grados es una temperatura muy alta, especialmente si hay movimiento y sufrían por una caída de la afluencia. Algunos restaurantes incluso lamentaban que bajando la temperatura ambiente, ahora las neveras "gastan más luz". Por el contrario, algunos clientes agradecían que no hiciera tanto frío en pleno verano.

Otro sector afectado por esta nueva normativa son los usuarios de los refugios climáticos que se mantienen abiertos en agosto, que reclaman a los responsables del espacio que puedan bajar el aire acondicionado por debajo de los 27 grados. Algunas de las personas que se acercaron a la biblioteca de Nou Barris se mostraban sorprendidas por la temperatura, asegurando que no notaban que hubiera climatización. "No se está a gusto", lamentaba una usuaria habitual de la Biblioteca de Nou Barris.

La Cambra de Comerç de Barcelona también ha querido decir la suya y ha criticado la "precipitación y falta de diálogo" con que, según su opinión, ha actuado el Estado con las medidas de ahorro energético. Según la entidad, hace falta fomentar medidas de eficiencia energética y atender mejor las demandas de los sectores económicos afectados por el decreto que regula la climatización de los locales públicos. Tal como ha apuntado la Cámara en un comunicado, hay que tomar decisiones valientes, pero a la vez "realizables, efectivas y adaptadas a los sectores que las tienen que aplicar". Además, lamenta que solo se hayan dado siete días para aplicar el decreto, dejando sin margen a las empresas para adaptarse o hacer inversiones de mejora. Después de analizar el contenido del Real decreto, la Cámara considera que las medidas recogidas todavía son "insuficientes", e insta al Estado y el resto de administraciones implicadas a trabajar en el fomento de otras acciones que contribuyan a fomentar el ahorro energético.