El vicepresidente del Govern y titular de Economía, Pere Aragonès, ha adelantado al pleno del Parlamento que prevé cerrar en el 2018 con un déficit del 0,1% del PIB, una cifra 40 veces inferior a la del 2010, y pasa de los 10.000 millones de euros a los 250 millones. Por otra parte, también ha destacado que con los nuevos presupuestos se devolvería a los niveles de gasto corriente del año 2010 en Enseñanza, Asuntos sociales y Salud, y en este último ámbito ha añadido que el gasto real efectuado se encuentra "a máximos históricos" este año. Según Aragonès, todo este incremento del gasto supondría 1.640 millones de euros más respecto de los presupuestos del 2017.
Aragonès ha defendido el aumento del gasto departamental en los ámbitos de la Educación y Asuntos Sociales y Trabajo, ámbitos que ha considerado "imprescindibles" en el estado del bienestar, en un 9%, y con respecto a Salud ha asegurado que tendrá un mayor incremento en términos absolutos. En este sentido, ha destacado que este aumento del gasto no afectará al déficit, y ha señalado que mientras que se devuelve al gasto del 2010, previo a los recortes, no se devuelve al déficit de aquel mismo año, del 4,4% del PIB, sino que se reduce hasta el 0,1%. "La apuesta del gobierno es muy clara", ha asegurado Aragonés.
En una interpelación en el gobierno, el diputado de CatECP David Cid ha disuadido a Aragonés la "falta de concreción" en la "venta publicitaria" de presupuestos con sólo propuestas refritas. Cid ha asegurado que es un ejemplo más del "caos, desgobierno y lentitud" del gobierno, y ha afirmado que "se encuentran muy lejos" de revertir los recortes. Así, el diputado de CatECP ha pedido a Aragonés que reconociera que los presupuestos se acabarían prorrogando, y ha destacado que se trataría del noveno año consecutivo en esta situación aunque, según ha recordado, Aragonès "se comprometió a no hacerlo".
Por su parte, el conseller de Economía y Hacienda ha asegurado que aunque no es su voluntad, una prórroga "sería evidentemente técnica", y ha recordado que el gobierno español se encuentra en la misma situación. "La voluntad de nuestro gobierno, como la del Estado, es aprobar unos presupuestos", ha asegurado. En este contexto, Aragonès ha defendido la apuesta de su ejecutivo para "arremangarse" y sacar adelante las cuentas.