El aceite de girasol, el grano e incluso el sector de la automoción. La materia prima que deriva de Ucrania es básica para algunos sectores bien destacados de los cuales dependen muchas empresas de la Unión Europea. Los dos principales productos que la economía española importó de Ucrania en el 2021 fueron cereales por valor de 545 millones de euros y grasas y aceites vegetales por 422,5 millones de euros, según el Instituto de Comercio Exterior (ICEX). Ahora se suma otra. La última en constatarlo es el sector de las baldosas, sobre todo en Castellón, donde ya se plantean el cierre de algunas de sus fábricas. ¿El motivo? La arcilla con que se trabajan estas piezas emana, principalmente, de este país en guerra.
El puerto de Castellón, sin actividad
A principios de marzo, el puerto de Castellón recibió la última descarga de la última arcilla ucraniana que podría llegar en los próximos meses. El Panoceanis, un barco con bandera marshalesa, vació las 40.000 toneladas de materia prima para la industria cerámica, en la terminal Portsur. En paralelo, lo hizo otro con 73.000 toneladas y con este material, en su totalidad, intentan sobrevivir actualmente. El sector intenta asegurarse el mayor volumen posible de materia prima. Antes, lo más habitual era que llegaran dos barcos mensuales con este producto y esta cifra se ha disparado desde comienzo de año. En estos momentos, el suministro desde Ucrania ya ha quedado suspendido totalmente.
Para darnos cuenta de su importancia en cifras absolutas, el puerto de Castellón recibió en el 2021 más de 1,6 millones de toneladas de arcilla procedente de Ucrania. Esta es una de las materias primas fundamentales para un sector como el cerámico, que concentra en esta provincia el 90% de la producción de todo el Estado español. Ucrania vende a España la mitad de la arcilla. En el 2021, según datos del mismo puerto, este sumó más de tres millones de toneladas de entrada. Y Ucrania fue el principal país de origen del material, ante Rumania, Portugal o Turquía. Pero este no es el único problema ya que muchos de los fabricantes también lamentan que el precio del gas está tan disparado que el principal problema también empieza aquí.
Las versiones que se dan sobre el grado del problema son diversas. La industria cerámica de Castellón cuenta con reservas de arcilla blanca de Ucrania para fabricar sus productos de pasta blanca durante varios meses. Pero a pesar de las reservas hechas durante las semanas previas a la guerra, empresarios del sector afirman que hay una inquietud a medio plazo. "Se ha llevado todo el material disponible para resistir el máximo de tiempo posible, pero no habrá nuevos envíos hasta dentro de un año como muy pronto", explica una de las baldosas consultadas después de los bombardeos aplicados por Rusia en infraestructuras ucranianas", recoge el Periódico del Azulejo.
Arcilla del Dombás
Los principales yacimientos de arcilla blanca de Ucrania proceden de la zona del Dombás, que Rusia considera suya, y uno de los primeros lugares que entró en conflicto. "Si estas minas se quedan en poder ruso, no sería posible llevar material, a causa de las sanciones económicas contra Putin," detallan a este diario. Por su parte, la Cambra de Comerç de Valencia elaboró un informe en que estudia las opciones de países del Este, como la República Checa, Bulgaria y Rumania, cosa favorable "por precio y proximidad" y que también cuentan con este material. Los Estados Unidos y el Reino Unido disponen de grandes cantidades, aunque su precio sería muy superior, mientras que la India, Turquía o China estarían en el abanico de posibilidades.