Dificultades alemanas con el gas
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha manifestado este domingo que espera que las dificultades de abastecimiento de gas por las cuales está pasando su país, después de la reducción en el suministro de gas ruso, acaben a finales de 2023. Al principio del próximo año, las primeras terminales de gas natural licuado (GNL) situadas en las costas alemanas empezarán a funcionar, según ha confirmado Scholz durante un encuentro con los ciudadanos con motivo del día de puertas abiertas de la Cancillería, en Berlín, además, ha indicado que el resto se sumará a lo largo del año. "Si conseguimos eso, nuestro problema de seguridad energética estará solucionado hasta finales de año. Seguirá costándonos caro, pero ya no se planteará la pregunta de cómo lo conseguiremos", ha afirmado.
Sobre la posibilidad de alargar la vida de los tres reactores nucleares que siguen en activo en Alemania y que está previsto desconectar el próximo 31 de diciembre, Scholz ha pedido esperar los resultados de los "stress test" del sistema eléctrico. "Incluso si decidimos que hay que mantenerlos en funcionamiento para no tener problemas en invierno, será solo una pequeña contribución", ha sostenido Scholz, además ha explicado que eso se debe al hecho de que los reactores solo producen electricidad y para unos nichos de mercado muy específicos.
Alemania no ve garantías de cara al invierno
El ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, ha reconocido esta semana que no hay garantías de cara al próximo invierno, aunque este martes celebró la firma del Memorándum de Acuerdo (MoU) con empresas energéticas sobre el suministro de terminales flotantes de gas natural licuado. "No hay un escenario garantizado para el próximo invierno. Para eso, la situación, el desafío, es demasiado dinámico", dijo ante la prensa después de la firma con las energéticas Uniper, RWE y EnBW/VNG del MoU sobre las terminales de Brunsbüttel y Wilhelmshaven, que entrarán en funcionamiento entre finales de este año y principios del año próximo.
El ministro afirmó que se ven "progresos" en una situación difícil, y naturalmente también una vez y otra "contratiempo", refiriéndose así al "errático actuar" del presidente ruso, Vladímir Putin, y pretextos como el de la turbina del gasoducto Nord Stream 1, para reducir el flujo de gas ruso. "Cuento que tendremos que hacer frente una vez y otra a nuevos desafíos, pero hemos conseguido responder a ellos una vez y otra en el pasado con una preparación inteligente, pero también con un actuar conjunto", añadió.