El ámbito portuario toma un nuevo rumbo. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, han acordado varios pactos para mejorar, durante los próximos años, la integración del Puerto en la ciudad de Barcelona, con el objetivo de ganar espacios para los vecinos y hacerlo de manera sostenible, con gran actuación sobre el ámbito crucerista.
Según Colau, "actualmente el Puerto ocupa el 20% de la superficie de la ciudad. Todo lo que pasa en el puerto tiene un impacto muy grande en la ciudad de Barcelona, y por lo tanto hay que ir a la una". Este acuerdo "es de los más importantes que se ha hecho en Barcelona y se trata de un nuevo modelo de relación entre el Puerto y la ciudad". Así pues, propuestas como rebajar la contaminación, llenar de vida vecinal el muelle de la Madera y hacer una zona formativa son algunas de las prioridad de la reordenación.
Limitación de las terminales cruceristas
Barcelona tiene el cuarto puerto a nivel mundial en número de cruceristas, que oscilan en unos 2,6 millones el año -más de 800 escalas de cruceros en el puerto. Es por eso que este es uno de los grandes ámbitos de actuación del plan, que se basa en la reordenación del sector crucerista, limitando las terminales internacionales, pasando de 8 que hay actualmente en 7, y todas se agruparán en el muelle Adosado, el más alejado de la ciudad. De manera que, cuando se haya completado, las tenazas de Drassanes y Barcelona quedarán a la disposición del uso público y ciudadano.
Esta reducción de 8 en 7 terminales se hará por fases, y "no tiene por qué reducir la actividad crucerista", según afirma el presidente del Puerto, Sixte Cambra. En un principio, las terminales Maremágnum y Astilleros se trasladarán entre el 2022 y el 2023. La terminal Norte, lo hará a la finalización de la concesión actual, en el 2026. Por último, la terminal Sur lo hará cuando el espacio que ocupa actualmente la terminal polivalente del Puerto Nou quede desafectado por el transporte de mercancías.
Menos contaminación
El compromiso con el Puerto es que se elaboren informes sobre la contaminación portuaria, protocolos y análisis de resultados y de calidad del aire con respecto a la contaminación, "con especial atención en los distritos de Ciutat Vella y Sants, que son los que tocan más en el Puerto" según ha explicado la cuarta teniente de alcaldía, Janet Sanz.
En esta dirección, la idea es hacer un seguimiento de estos resultados y formular un plan de etapas para el ambientalización del tráfico de cruceros, con cifras concretas y cuantificadas.
Además, los ponentes también han puesto énfasis en un plan de movilidad sostenible terrestre de cruceristas, para evitar congestiones a las vías de acceso en el Puerto, como la Vía Layetana o la Plaça de Drassanes, que a menudo sufren grandes aglomeraciones.
La Nueva Bocana, desbloqueada
Se trata de la tercera modificación del Plan Especial de la Nueva Bocana, presentada el pasado mes de junio y que hasta ahora había quedado parada. El objetivo es aumentar el espacio público en 14.000 metros cuadrados adicionales; una ampliación destinada al uso público, concentrada sobre todo en la zona de Marina Vela con el objetivo de hacerla una zona para los peatones.
Una de las condiciones es que ningún edificio podrá tener un uso exclusivo de los usos del ámbito, limitando el uso comercial al 20% y el de restauración al 15% del total de la zona.
Los acuerdos incluyen, en la zona de la Nueva Bocana, una nueva zona con centros formativos y tecnológicos, enfocados al sector náutico, entre ellos, el Instituto de la Náutica de Barcelona.
Inversión millonaria
La inversión para la reordenación cuenta con 90 millones públicos del Puerto de Barcelona, y se pueden añadir hasta 50 millones más por parte de financiación privada. Hasta ahora, 39 de estos ya están licitados, invertidos en la ampliación del Muelle Adosado, con el fin de poder acoger todas las terminales cruceristas.