Las Islas Baleares levantarán algunas de las restricciones impuestas en el sector de la hostelería y la restauración y el País Valencià ya ha anunciado que lo está estudiando y este jueves emitirá su decisión definitiva. Los buenos datos epidemiológicos de las dos comunidades, junto con las demandas del sector, que ha sufrido especialmente durante la crisis de la Covid, hacen que sus presidentes se hayan planteado dar una pizca más de aire en el sector.
Por una parte, la presidenta balear, Francina Armengol, ya ha anunciado que partir de este sábado día 24 de abril, se retrasará el toque de queda una hora, a partir a las once de la noche, y que la restauración podrá abrir en horario nocturno. Concretamente, los bares y restaurantes podrán ampliar el horario de las terrazas de 20:30 h hasta las 22:30 h. Sin embargo, el interior de los establecimientos sólo podrá abrir hasta las cinco de la tarde, tal como estaba establecido hasta ahora.
Por la otra parte, el presidente valenciano, Ximo Puig, avanzó el sábado pasado que la Mesa Interdepartamental del gobierno valorará este jueves si alivia las restricciones para el sector. Cosa que piden los restauradores desde ya hace tiempo ante los buenos datos epidemiológicos que hay a la comunidad. De hecho hace más de un mes siente la región con incidencia de la Covid de todo el Estado.
Sin embargo, Puig, aseguró el sábado pasado que en la reunión de la Interdepartamental se pueden "flexibilizar" algunas de las restricciones contra la pandemia, pero pidió "que nadie piense en un cambio disruptivo", porque no puede ser así.
Además, también insistió en que la desescalada en el País Valencià "tiene que ser prudente", y por eso se continuará "con la máxima prudencia", y aunque se puedan relajar algunas restricciones toda la sociedad ha hecho "muchos sacrificios" como para que se puedan "dilapidar".
Es por eso que los hostaleros reclaman alargar el cierre de los locales y equipararlo al toque de queda, recuperar el 50% de aforo de interior y el uso de las barras, y que las nuevas medidas entren en vigor el lunes 26 de abril.
Catalunya no mueve ficha
En Catalunya, por el contrario parece que el Gobierno no está dispuesto a levantar las duras restricciones para el sector. De hecho, se espera que, como mucho, el Procicat deje que la restauración de los centros comerciales pueda empezar a abrir a partir del lunes.
Ahora bien, esta apertura sería con las mismas condiciones que la restauración de calle, es decir, que los restaurantes podrían abrir desde las 7:30 h hasta las cinco de la tarde, tanto en interiores como exteriores. Además solo podría haber un máximo de 4 personas por mesa , y en los interiores solo se puede llenar un máximo del 30% de ocupación y un máximo de 4 personas.
Ahora bien, el gremio de restauradores ya ha reclamado que se inicie, a partir del lunes 26, el proceso de desescalada del sector. En un comunicado, emitido este miércoles por la mañana, reclaman que con la suspensión del confinamiento comarcal, todos los bares y restaurantes puedan abrir hasta la hora del toque de queda.
El gremio también asegura que no se puede condicionar el alargamiento de los horarios al fin del estado de alarma, ya que los restauradores hace medio año que no sirven cenas y la espera "se les está haciendo eterna". Y recuerdan que "demasiadas empresas se nos han quedado por el camino y no podemos resignarnos".
Sobre la posible apertura de la restauración de los centros comerciales y que se equiparen sus restricciones a la restauración de calle, el gremio considera que "no es desescalar" sino que es "poner fin a una discriminación que nunca se tendría que haber producido".