El consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha presentado este viernes en Madrid el balance de resultados para el primer semestre de 2018, que ha cerrado los primeros seis meses con un beneficio neto de 120,6 millones de euros, un 67'2% menos que al mismo periodo del año anterior, una vez asumidas las provisiones por la reducción de activos problemáticos -dotados de 12.000 millones- eliminando "prácticamente la exposición inmobiliaria problemática", según afirma la entidad.
Al mismo tiempo, también juegan un papel importante los costes de migración del TBS, el banco británico del Sabadell, que de esta manera el banco afirma que "serán absorbidos en este ejercicio". Sin estos extraordinarios, el beneficio neto recurrente se incrementa un 24,4%, llegando a los 456,8 millones de euros.
Al respecto, Guardiola ha asegurado que en el segundo semestre de 2018 los beneficios volverían a su cauce y que veían el futuro con "más optimismo". Aun así, ha resaltado los aspectos positivos del ejercicio. "Hemos tenido un enorme dinamismo comercial, 4'6% en términos interannuales, y 3'9% trimestrales. Desde hacía 10 años no teníamos esos crecimientos" resaltó.
La prioridad en adelante es conseguir la estabilidad de la plataforma para que los clientes puedan ser atendidos como en el pasado, gestionar las 130.000 quejas recibidas y concluir una investigación para ver qué cosas fallaron, explicó el consejero delegado. El banquero ha insistido en que la migración de la plataforma de TSB a una nueva, similar a la del propio Sabadell pero adaptada al Reino Unido, era de una "enorme complejidad técnica" pero imprescindible para prestar un mejor servicio.
También lamentó la forma en que se produjo esta migración y aseguró que el grueso de los impactos de TSB en las cuentas del Sabadell ya se ha contabilizado, ya que ha dotado ya 90 millones en provisiones para asumir, entre otros aspectos, el coste mensual de 1,1 millones de libras al mes por haber elevado la remuneración de cuentas.
Reducción de los activos problemáticos al 1,7%
Después de la venta de varias carteras de créditos morosos y activos inmobiliarios por importe de 12.200 millones de euros, la ratio de activos problemáticos netos sobre el total del activo se sitúa en el 1,7%.
Teniendo en cuenta las ventas institucionales de carteras, la reducción de activos problemáticos sube a 7.012 millones de euros en el trimestre y a 9.547 millones de euros en los últimos 12 meses, hecho que sitúa el saldo en 7.911 millones de euros (6.669 millones de euros de dudosos y 1.242 millones de euros de adjudicados).
Las dotaciones para insolvencias y otros deterioros totalizan 806,3 millones de euros al cerrar el segundo trimestre del 2018 e incluyen una provisión de 92,4 millones de euros por|para las futuras compensaciones a clientes de TSB y 177,1 millones de provisión por las ventas institucionales de carteras.
La ratio de morosidad se reduce "con fuerza" y se sitúa un 4,71% y cae hasta el 4,50%, teniendo en cuenta las ventas de carteras. Así pues, la cobertura de activos problemáticos después de la venta de carteras se sitúa en el 54,6%.