Las entidades financieras españolas no esconden su preocupación por el impacto que la crisis económica puede probar en la estabilidad de las hipotecas. Así pues, los responsables de algunas de las entidades financieras españolas más importantes como CaixaBank, Santander, Sabadell y Unicaja Banco, coinciden en la necesidad de ayudar aquellas familias y empresas con rentas más bajas a paliar la subida de la inflación y evitar desahucios y quiebras. Los que más peligran se concentran en las hipotecas variables cerradas en los últimos cinco años y, especialmente, las cerradas a principio de este 2022 que no han tenido un margen mínimo para amortizar el interés de los primeros años.
Una de las propuestas lanzadas por el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, es congelar las cuotas hipotecarias durante un año, según ha adelantado El Periódico. La entidad asegura que "una buena parte" de los clientes de la entidad no sufrirá una subida en el coste de sus hipotecas, pero hay que estar atentos. Así pues, hay que marcar un consenso en cómo llevar a cabo esta propuesta que puede tener otras derivadas empezando por la duración, si hay que alargarlo hasta los doce meses, o también discutir a qué tipo de clientes aplicar medidas que permitan amortiguar las subidas del euríbor, aunque se da por hecho que serían los más vulnerables.
La otra parte del proyecto, si se hace efectivo, es cuándo llevarla a cabo. Por su parte, las patronales bancarias (AEB y CECA) están a favor, aunque reconocen que todavía no hay detalles sobre qué umbrales de renta o a quién afectarían. José María Méndez, presidente de CECA, en declaraciones en la Cadena SER: "Se trata de un contexto diferente, por lo cual quizás el perímetro de los vulnerables hace falta definirlo de manera diferente. Está en lo que estamos trabajando ahora".
Predominio de la hipoteca fija
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a las hipotecas constituidas sobre viviendas, el 28'4% de las hipotecas se constituye a tipo variable y el 71'6% a tipo fijo. La tendencia de los últimos tiempos y la memoria de la última crisis han hecho que en los últimos años, cada vez haya más a tipo fijo. En términos generales, la fija está indicada para aquellas personas que buscan garantizarse una cuota fija durante toda la vida de la hipoteca (20-30 años). Si no somos capaces de soportar potenciales subidas futuras del euríbor, la opción es esta. En las hipotecas variables se paga menos de hipoteca los primeros años que con las fijas. Por eso, las hipotecas variables podrían resultar interesantes para personas que puedan soportar posibles subidas del euríbor y para los jóvenes.
El euríbor, por las nubes
La amenaza ahora más inmediata es el euríbor. El euríbor a 12 meses, índice en que están referenciadas la mayoría de hipotecas variables en España, registra una media mensual del 2,518% desde comienzo de octubre, el nivel más alto desde enero del 2009. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, prevé subir de nuevo los tipos de interés después de haberlos incrementado. El BCE insiste en que estas medidas fiscales tienen que diseñarse de manera que no vayan en contra de su política monetaria, que implica enfriar la demanda a fuerza de subir los tipos de interés para contener la inflación, que el mes de agosto alcanzó el 9,1% en la Eurozona. Y con todo este escenario, no niegan la mayor: el 2023 será muy difícil. Por eso los bancos preparan una respuesta conjunta.
Así pues, aunque de forma leve, las entidades financieras temen un repunte de la morosidad. Las moratorias aplicadas a los créditos avalados por el ICO los han permitido esquivar esta bala, pero la inflación y el impacto que tiene sobre el poder adquisitivo de millones de familias puede acelerar la deriva. La propuesta planteada por CaixaBank se desarrolla al margen del Código de Buenas Prácticas, recordando que durante la pandemia se plantearon moratorias en el pago de las hipotecas que también estaban fuera de estas recomendaciones.
Crítica al impuesto del Gobierno
En paralelo, también habrá que encontrar un acuerdo entre estas entidades y el actual Gobierno. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha cargado contra el impuesto temporal que el La Moncloa quiere aprobar para grabar los ingresos de las principales entidades financieras en España, porque lo considera "injusto, distorsionador y contraproducente". El CEO de CaixaBank lo ha rechazado, en una entrevista para KPMG: "El sector tendrá beneficios extraordinarios y, en cambio, se recuperará parte de la rentabilidad que el sector no habría generado durante diez años de tipos negativos".
Además, ha indicado que el sector en Espanya, dejando de lado la actividad en el extranjero, todavía tiene una rentabilidad "por debajo del coste de capital", mientras que las cotizaciones de los bancos continúan "por debajo de su valor contable". CaixaBank ya anunció el mes de julio pasado que sus ingresos se reducirían en torno a 400 o 450 millones de euros al año para este nuevo impuesto temporal. Gortázar ha explicado que esta cantidad "aminorará" los beneficios del banco en la misma proporción", y ha resaltado que el sector la tendría que pagar "incluso si se produce una fuerte recesión", una situación que "podría generar problemas de estabilidad financiera".