Más malos augurios para la economía española. "La crisis económica provocada por el coronavirus va camino de producir la mayor recesión global en tiempo de paz. Salir con el menor daño económico posible exige una reacción rápida y contundente de todas las políticas económicas", asevera al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, a raíz de la publicación del último informe de la institución.
El informe anual económico del año 2019 del Banco de España considera que la profundidad de esta crisis "provocará algunos daños persistentes en el crecimiento potencial de la economía española", recordando que "ya era modesto antes de la pandemia". En palabras del gobernador, "en la fase actual de desescalada, hace falta seguir dando apoyo a la recuperación y, en paralelo, facilitar el ajuste de la economía en el escenario que emergerá después de la pandemia", explica. Un escenario que, según la institución, hace falta lindar con un aumento de impuestos - "redefinir la cesta de impuestos" - y bajar el gasto público que "no sea prioritario", a la vez que apuesta por la mochila austríaca y que estar en ERTE sea compatible con tener otro trabajo.
Redefinir la cesta impositiva
Así pues, asegura que la economía española tiene "margen para redefinir la cesta de impuestos" con el objetivo de favorecer en mayor medida el crecimiento económico y la reducción del déficit y la deuda pública. En este sentido, la entidad ve necesario un programa de consolidación fiscal para evitar que la deuda pública sobrepase el 110% del PIB en el 2030, después de prever que llegue al 119,3% este año por el endeudamiento por la crisis del coronavirus. Según el Banco, este endeudamiento llevará a nuestra economía a niveles históricos de deuda que sólo podrán reducir si se establece un programa de consolidación fiscal.
Aunque desde la entidad aclaran que "en ningún momento se insta a subir impuestos ahora mismo", porque a corto plazo es "absolutamente esencial mantener el impulso fiscal de apoyo" a rentas, empresas y hogares más vulnerables, sí, que se esperan cambios impositivos una vez "esté asentada la recuperación".
Dentro del apartado de los retos a los cuales se enfrenta España después de la crisis, la autoridad monetaria indica que la recaudación impositiva en España, incluidos los ingresos por cotizaciones sociales, es inferior a la de la media de la zona euro en unos 2 puntos porcentuales de PIB, lo que implica que podría recaudar más de 20.000 millones de euros adicionales.
En concreto, apunta que en torno al 40% de esta diferencia se explica por los menores ingresos del IVA en España como consecuencia del mayor porcentaje de bienes de consumo tasados al tipo reducido o superreducido, mientras que la recaudación derivada del impuesto de sociedades y de los impuestos especiales representa, en ambos casos, en torno a un 30% de diferencia.
El organismo pone también el foco en un "elemento distintivo" de la fiscalidad española "susceptible de reconsideración", como es el "elevado nivel de beneficios fiscales", derivados de la presencia de numerosas exenciones, deducciones y tipos especiales reducidos, que generan con frecuencia pérdidas importantes de recaudación y distorsionan la eficiencia y la equidad del sistema impositivo".
Las mujeres y los jóvenes, los más afectados
En el informe, el Banco de España también pone énfasis en el hecho de que las mujeres y los menores de 35 años son los que salen más perjudicados por la crisis del coronavirus, porque son un colectivo "sobrerepresentado en las industrias sociales", como la hostelería, comercio, educación, actividades artísticas y recreativas, que son las más afectadas por el confinamiento.
Concretamente, estas industrias ocupan al 44% de las mujeres y al 48% de los menores de 35 años. Además, los hogares de los trabajadores más afectados tienen menos activos financieros como porcentaje de la renta anual y una menor riqueza neta que el resto de hogares, factores que pueden haber intensificado la reducción del gasto durante la pandemia.