Desde este mes de noviembre, los clientes de Banco Sabadell ya pueden utilizar el servicio de pago móvil Google Pay, que permite compras con dispositivos móviles en cualquier establecimiento comercial donde se pueda utilizar una tarjeta de débito o crédito contactless y a través de comercios electrónicos donde esté disponible el botón de pago Google Pay. "Google Pay da a nuestros clientes más opciones para hacer los pagos cómodamente y los facilitaremos su gestión a través de una única app, Sabadell Móvil, desde donde ya pueden realizar cualquier tipo de gestión relacionada con sus tarjetas," asegura Anna Puigoriol, directora de tarjetas de Banco Sabadell. Este servicio está disponible para dispositivos móviles con sistema operativo Android versión 5.0 o superior y tecnología NFC y se podrá utilizar para pagar con teléfonos móviles, relojes inteligentes y tableta compatibles con Google Wallet.
Para disfrutar del servicio, los clientes sólo tendrán que dar de alta las tarjetas de Banco Sabadell, ya sean de débito o de crédito, a la aplicación Google Wallet. A través de una foto o manualmente introducirán los datos de la tarjeta a Google Wallet y después de verificar su identidad a la aplicación del banco ya podrán empezar a pagar. Con esta novedad, Sabadell amplía su oferta de pago móvil que actualmente ya ofrecía a través de SabadellWallet, SamsungPay y ApplePay. Banco Sabadell con más de 5 millones de tarjetas quiere ofrecer a los clientes todas las opciones de pago posibles, ahora incorporando Google Pay. Y facilitar la gestión a través de la aplicación del banco, Sabadell Móvil, desde donde pueden solicitar las nuevas tarjetas, disponer en el instante, encenderlas y apagarlas, limitar los usos, gestionar los límites, modificar la forma de pago, fraccionar las compras, enviar dinero a uno tercero o al cajero, reclamar operaciones no reconocidas, entre otros.
El auge del pago online
Los pagos a través de smartphone y la digitalización de nuestras compras está siendo una tendencia que ya sustituye el pago con tarjeta física. Desde la Unión Europea ya han tomado nota. Así pues, el pasado mes de octubre, la Comisión Europea presentó una propuesta para obligar a los bancos a ofrecer a sus clientes la posibilidad de hacer pagos instantáneos en menos de diez segundos y cualquier día de la semana en toda la Unión Europea, después de constatar que este servicio, posible mediante plataformas como Bizum, a duras penas representa un 11% de las transferencias realizadas en euros cada año. "El dinero tendría que poder cambiar de manos rápidamente, con un clic", defendió la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, que explicó que Bruselas plantea normas vinculantes porque la evolución no se ha producido de manera natural y "si se deja en manos del mercado podría llevar una década que los pagos inmediatos fueran la norma. Los detalles de la propuesta ahora tendrán que ser negociados entre el Parlamento Europeo y los Veintisiete antes de que vea la luz.
También se exigirá a las entidades que garanticen la disponibilidad universal de los pagos instantáneos en euros, con la obligación para los proveedores de servicios de pago en la Unión Europea que ofrecen ya la posibilidad de transferencias en euros que den el paso a incluir el instantáneo a un plazo cerrado. Otra clave para favorecer los pagos instantáneos en ojos de los servicios comunitarios es reforzar la seguridad de estos procesos para ganar la confianza de los clientes, ya sean particulares o empresas. Por eso, la nueva norma obligará, por ejemplo, a que los proveedores tengan que comprobar antes de ejecutar el pago que el número de cuenta bancario (IBAN) y el número de beneficiario se corresponden para poder alertar este último en caso de error o fraude.