"No se rescata a un banco, se rescata a sus depositarios" ha asegurado el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri en el ciclo de diálogos "Empresa y Sociedad" organizado por el Cercle de Economia. El directivo que se ha autodefinido como "liberal en lo económico", ha querido matizar lo que significa rescatar un banco, explicando que no se trata de rescatar a sus accionistas o a los banqueros ni tan siquiera a sus trabajadores sino al fin y al cabo, a los depositarios.
En este sentido, Goirigolzarri ha explicado que el coste público de dejar a su suerte las entidades financieras hubiera obligado, en el caso de Bankia, a destinar 60.000 millones y no los 22.000 euros que finalmente el Estado español destinó a rescatar la entidad bancaria. Y tras ello, en la actualidad, "el banco puede devolver esas ayudas, asegura 13.000 puestos de trabajo y puede competir", ha reiterado el presidente de Bankia. Precisamente, la reputación de la banca junto con la rentabilidad han sido dos de los temas estrella de su conversación con el president del Cercle, Antón Costas.
A las malas praxis, menos remuneración
Según Goirigolzarri, "la sociedad está enfadada con los banqueros ya que la gente piensa que ellos son los culpables de que haya disminuido su nivel de vida". Pero, nuevamente, el directivo que ha reconocido haber asumido la presidencia de Bankia por "responsabilidad social corporativa" y "deber ciudadano", ha querido diferenciar entre banqueros. Desde excelentes gestores que han mantenido sus entidades bien gestionadas hasta otros que "no se han comportado correctamente".
De esta forma, ha reconocido en referencia a la multa de Estados Unidos al Deutsche Bank por manipular tipos de interés, ha defendido que si un banco es multado por malas praxis es "lógico" que sus gestores sufran "un impacto en su remuneración". "Han pagado justos por pecadores", ha asegurado Goirigolzarri. Pero ante todo, un mensaje de esperanza: "Las prácticas del pasado no tienen nada que ver con las actuales."
Más allá del abismo, un futuro "buenísimo"
Ante la pregunta de Costas acerca de cómo ve el futuro de Bankia, Goirigolzarri ha respondido de forma contundente y más allá de la cuña publicitaria: "buenísimo". En palabras de su presidente, la entidad bancaria es "la más eficiente de la gran banca española", con la mayor rentabilidad de fondos propios y con el mayor nivel de capitalización. El secreto para salir del "gran abismo" de 2012 ha sido la "transformación anímica" de Bankia. Y es que lo importante no es el nombre sino su reputación que según Goirigolzarri, ha sido dotada de "valores", por lo que hay que "seguir trabajando a dios rogando y con el mazo dando".
Más concretamente, el banquero vasco, que se ha declarado hincha del Athletic de Bilbao, se ha mostrado partidario del liderazgo compartido. "La compañía la salvan todas y cada una de las personas que trabajan en la empresa", ha asegurado. Hacer partícipes a los trabajadores y escuchar a sus clientes es su receta para alcanzar "un modelo híbrido" y hacer frente a otro gran reto como es el de la digitalización. En su análisis sobre la banca española y europea, Goirigolzarri ha señalado tres retos: regulación creciente, tipos de interés bajos y tensiones estratégicas, lo que incluye cambio de hábitos de los clientes y la revolución tecnológica.
Por último, el presidente de Bankia ha explicado que su cuota en Catalunya está aumentando en depósitos y créditos pero todavía es inferior a la media española. Fiel a sus principios de liderazgo compartido, Goirigolzarri se ha mostrado confiado con su equipo para adentrarse al "mercado importante" de Catalunya.