El Grupo BBVA logró un beneficio sin extraordinarios de 4.830 millones de euros en 2019 (un 2,7% más que en 2018), el más elevado desde 2009.
Según ha informado esta entidad bancaria, las principales palancas que impulsaron este resultado fueron el incremento de los ingresos más recurrentes y la contención de los gastos de explotación. Incluyendo el impacto del ajuste del fondo de comercio en EEUU en el cuarto trimestre y las plusvalías por la venta de Chile en 2018, el resultado atribuido descendió un 35% interanual, hasta 3.512 millones de euros.
La entidad tiene previsto someter a la consideración de los órganos de gobierno un pago en efectivo de 0,16 euros brutos por acción en abril de 2020, manteniendo la misma cifra del año anterior.
El margen de intereses del Grupo BBVA alcanzó 18.202 millones de euros en 2019, un 4,8% más en términos corrientes frente al ejercicio anterior (+5,6% a tipos constantes, es decir, excluyendo la variación de los tipos de cambio). Destaca la positiva evolución de México y América del Sur. Las comisiones netas crecieron un 3,9% (un 4,2% a tipos constantes), hasta alcanzar los 5.033 millones de euros, con una evolución especialmente positiva en España y Turquía. Así, los ingresos de carácter recurrente (margen de intereses más comisiones netas) crecieron un 4,6% interanual (un 5,3% a tipos constantes), hasta 23.235 millones de euros, un récord histórico.
Resultados en España y Turquía
El resultado de operaciones financieras (ROF) registró una variación interanual del 16,6% (+18,9% a tipos constantes), hasta los 1.383 millones de euros, con una evolución muy positiva en el último trimestre del año gracias a los resultados generados en España y Turquía. El margen bruto alcanzó 24.542 millones de euros (+4,7% interanual a tipos corrientes, +5,4% a tipos constantes).
Los gastos de explotación se mantuvieron contenidos, con un alza del 3% (+3,5% en constantes), por debajo de la inflación promedio de los países donde BBVA está presente (5,4% en los últimos doce meses). El comportamiento de los gastos de explotación y la positiva evolución de los ingresos de carácter recurrente permitieron mantener las ‘mandíbulas positivas’ y mejorar la ratio de eficiencia en 92 puntos básicos respecto al del ejercicio 2018, hasta situarse en el 48,5% en 2019. Esta ratio sigue siendo notablemente mejor que la media de los bancos europeos comparables (63,6% a septiembre de 2019, último dato disponible).