BBVA ha obtenido un beneficio neto atribuido de 1.832 millones entre enero y junio, casi un 34% menos que en el mismo periodo de 2015, una tendencia que se revertirá para el conjunto del ejercicio, pues los cálculos de los analistas apuntan a que ganará 3.600 millones en 2016, un 36% más. La entidad bancaria presidida por Francisco González considera que estos beneficios le permitirían mantener su actual política de remuneración al accionista, los dividendos, con dos pagos en efectivo y otros dos en acciones.
En la presentación de resultados semestrales, el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vila, se ha mostrado muy satisfecho con estas cuentas, que ha calificado de sólidas tras recordar que ya anticipó que irían de menos a más trimestre a trimestre. Sobre la situación política que vive España, Torres ha asegurado que la hipotética celebración de unas terceras elecciones sería algo muy negativo para el país, entre otras cosas por la incertidumbre e indefinición que transmitiría. "Lo mejor para el país sería tener un Gobierno estable cuanto antes" para no retrasar más la toma de decisiones "sobre asuntos importantes que requieren atención", como las reformas que quiere la Unión Europea, explica.
Un golpe de Estado para Garanti, su banco en Turquía
Tras las dudas acerca de qué efectos tendrá para el negocio del banco el reciente golpe de Estado fallido en Turquía, donde BBVA tiene una participación importante en el banco Garanti, Torres ha reafirmado la intención de la entidad de permanecer en ese país "a largo plazo" aunque también ha reconocido que la "incertidumbre" que se ha generado tendrá "un impacto" que aún es pronto para cuantificar. "No estamos preocupados", ha matizado, ya que se trata de una inversión "a largo plazo" en "el mejor banco turco", gestionado por "el mejor equipo".
Tampoco están preocupados en absoluto por los resultados de las pruebas de estrés que publica esta noche la Autoridad Bancaria Europea (EBA), ya que están convencidos de que serán excelentes tanto a nivel individual como del sector financiero español. Según ha concretado Torres, los cambios en la estructura de la entidad anunciados esta misma semana se han hecho para elevar la agilidad y la eficiencia en la gestión "acercando negocios al consejero delegado y unificando áreas".
Respecto a los recientes cambios en el organigrama de la entidad, el alto directivo ha querido insistir en que, de las veinte personas que reportan directamente al presidente de BBVA o a él, casi todas ya estaban en el banco. También ha explicado que la entidad no prevé hacer más expedientes de regulación de empleo ni más ajustes en España, además de los relacionados con la integración de CatalunyaCaixa, que incluyen la salida de 1.700 personas y el cierre de 400 oficinas a partir de septiembre.
La incertidumbre influye en el crédito
A cierre de junio, el crédito a la clientela ha sumado 433.268 millones, el 10,2 % más que un año atrás, una cartera con una ratio de morosidad que ha mejorado un punto, hasta el 5,1%. Según Torres, la incertidumbre política en España influirá en el crecimiento del crédito, que será más bien plano, aunque las hipotecas de nueva producción crecen el 25 % en el semestre y suben las referenciadas a tipo fijo.
En cuanto a la posibilidad de crecer por la vía de adquisiciones dentro o fuera de España, se ha limitado a insistir en que la entidad está centrada en las geografías en las que ya opera, y ha explicado que si surgen oportunidades las analizarán pero "no hay planes específicos". Y es que en España, BBVA ha ganado 619 millones hasta junio, el 15,3% menos, en tanto que la unidad inmobiliaria ha registrado unas pérdidas de 209 millones, aunque estas han sido inferiores en un 30,56% a las sufridas en junio de 2015.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, la entidad destaca que todos los epígrafes se han visto impactados por el cambio de perímetro tras la incorporación de Catalunya Bank y la compra del 14,89% adicional del Garanti, que se añade a las cuentas por el método de integración global.
Márgenes in crescendo
El margen de intereses, que queda recogido en los ingresos, ha subido el 11,2 % hasta alcanzar los 8.365 millones, en tanto que el bruto ha sumado 12.233 millones, un 5,9 % superior al de junio de 2015. Por su parte, el margen neto se ha situado en 5.901 millones, un 1,1% más, y la ratio de eficiencia, o relación entre ingresos y gastos se ha situado en el 51,8 %.
En cuanto a la solvencia, la ratio CET1 –que mide el capital de máxima calidad– fully-loaded, que adelanta futuros impactos de la normativa de Basilea III, volvió a mejorar tras generar 17 puntos básicos en el segundo trimestre y se ha situado en el 10,71 %.