La sostenibilidad avanza, en paralelo, a un nuevo marco legislativo que ya se fija desde la misma Unión Europea. A modo de ejemplo, desde la Comisión Europea se ha aprobado la prohibición de vender vehículos a partir del 2035 que sean de combustión. En el terreno de las grandes empresas, más allá de los clientes individuales y su ciudadanía, las nuevas maneras de entender esta movilidad ya van ligadas a la electrificación. Pero esta, también puede ser más o menos sostenible dependiendo de sus características. En este sentido, conocemos a la catalana, Bia, una start-up participada por BStartup de Banco Sabadell, que lleva desarrollando desde el año 2019 de la mano de tres jóvenes emprendedores. ElNacional.cat habla con uno de sus co-fundadores, Roby Moyano.
Bia diseña y comercializa un software para la recarga eléctrica. ¿Para el gran público, cómo lo explicarías?
La fotografía de un punto de recarga no encaja del todo con nuestra tarea. Bia vende una plataforma cloud que se adapta a cualquier punto de recarga, independientemente del fabricante, y de la tipología del mismo (recarga en vía pública, en la cochera de una flota cualquiera, en oficinas, o de un particular en su casa). Nuestra solución es integrable con todos ellos. Los puntos de recarga son muy diferentes entre ellos y aunque se trata de una industria relativamente nueva, con bastante heterogeneidad, de forma que soluciones software interoperables, son muy necesarias.
Así pues...
La plataforma ofrece una funcionalidad relativamente simple: asegura la recarga más económica y más baja en emisiones (CO2) sin alterar la operativa de los vehículos. En el escenario base (sin Bia), el vehículo empieza a consumir energía tan pronto como lo enchufas en el cargador. Nuestra plataforma antes se hace dos preguntas: ¿cuál es el mejor momento para cargar teniendo en cuenta la tarifa eléctrica de nuestro cliente, la potencia disponible, y el factor de emisiones de la red eléctrica? ¿Y a qué "velocidad" (potencia), a fin de que el usuario se encuentre el vehículo cargado cuando lo necesita? Estas preguntas se hacen a través de un sistema de inteligencia artificial que prevé la disponibilidad de tiempo de cada vehículo y optimiza su recarga (qué potencia en cada instante de tiempo para reducir los costes y emisiones).
¿Cuál es vuestro cliente principal?
Nosotros nos dirigimos al sector B2B. Ahora mismo no vamos detrás de un particular, pero es un segmento en el que acabaremos dirigiéndonos. Actualmente trabajamos con todo tipo de flotas: transporte público, gestión de residuos, logísticas, entre otros. Para estos, lo que hacemos es integrarnos también con sus sistemas de gestión de flotas. De esta manera, sabemos con certeza cuánto tiempo un vehículo estará conectado a un cargador.
"Podemos reducir las emisiones hasta un 70%"
¿Los beneficios que aporta Bia a una empresa dedicada al transporte y su movilidad, cuáles serían?
En cifras, la plataforma permite poder instalar hasta cinco veces más puntos de recarga sin necesidad de ampliar la instalación eléctrica actual de una cochera. Eso, no sólo evita una inversión importante, sino que también acelera y facilita la puesta en marcha de nuevos cargadores. Económicamente, también podemos reducir los costes de la energía hasta un 50%. En términos de huella de carbono, depende del sistema eléctrico de cada país y de si el cliente dispone de autoconsumo (fotovoltaico, por ejemplo), pero podemos reducir las emisiones hasta un 70%. Finalmente, también aplicamos perfiles de recarga optimizados para reducir la degradación de las baterías de los vehículos, y así alargar la vida útil de estos.
"Avanzamos hacia una transición sin comprometer la red eléctrica"
¿Mirando atrás, en el 2019 cómo se gesta esta start-up?
Nacimos a raíz de un proyecto de investigación impulsado por Telefónica. Candace Saffery (CEO), Ginés Espada (responsable de software) y yo (responsable de producto) estudiábamos el tema del acceso a la energía en mercados emergentes a las comunidades remotas de Bangladés y América Latina. En una ciudad como Daca, hace años que tuvieron que limitar los vehículos eléctricos porque estaban colapsando el sistema eléctrico. Si ahora en Europa nos compráramos todos un coche eléctrico de golpe, el sistema eléctrico no estaría preparado. Bia nace para acelerar la transición hacia la movilidad 100% eléctrica sin comprometer la red eléctrica, o las instalaciones eléctricas de los usuarios o flotas. Tengamos en cuenta que el vehículo eléctrico es una de las fuentes de almacenaje distribuido más grandes que disponemos.
El punto de partida es Daca, pero la historia de cada fundador...
Yo siempre he tenido interés en este sector. De hecho hice el proyecto final de carrera sobre este concepto conocido como smart charging. Ginés tiene un background en ingeniería de instalaciones eléctricas y también mucha experiencia en el desarrollo de aplicaciones cloud; y Candace tiene mucha experiencia en cleantech y ya había fundado un par de start-ups en los Estados Unidos.
¿Detrás de vosotros tres, hace falta un gran equipo?
Relativamente. Actualmente somos ocho personas, principalmente ingenieros de software y científicos de datos. También contamos con una persona dedicada al desarrollo de negocio, así como otros recursos más intermitentes (diseño, estrategia, financiación). Esperamos ampliar el equipo muy pronto, sobre todo en la parte de tecnología y desarrollo de negocio.
¿Nos puedes poner ejemplos reales de empresas con las cuales colaboráis actualmente?
Estamos gestionando 50 cargadores de autobús de la EMT de Madrid que representan 5 megavatios de potencia en una sola cochera (el equivalente al consumo de más de 1.000 hogares). Nuestra plataforma asegura que los autobuses se encuentren cargados a primera hora de la mañana, cuando empiezan el turno, respetando las restricciones eléctricas de la cochera e incentivando la recarga cuando la energía es más económica. Al mismo tiempo, la gestión energética inteligente de estos cinco megavatios tiene un impacto brutal para el sistema eléctrico que esperamos poder monetizar en un futuro muy próximo. También tenemos proyectos en curso con Acciona, Webfleet, TMB, TotalEnergies, Sacyr, Eiffage, o Urbaser.
"Como hub tecnológico, Barcelona nos facilita la participación"
¿Y con la mirada catalana?
Trabajamos con el ecosistema catalán y barcelonés desde la fundación de la compañía y esperamos seguir haciéndolo en los próximos años. Sí es cierto que, en valor absoluto, Madrid acapara más empresas y por lo tanto el parque de vehículos eléctricos es superior. Como hub tecnológico, Barcelona nos facilita la participación en muchas iniciativas con otros emprendedores y grandes empresas, crear red de conocimiento y atraer talento.
¿Mirando el ahora, qué retos tenéis entre manos?
Sólo con el crecimiento orgánico de los clientes actuales, tendríamos que ser capaces de alcanzar nuestros objetivos con respecto a cuota de mercado y facturación. No obstante, necesitamos el equipo adecuado, tanto en el ámbito de tecnología y diseño de producto, como en desarrollo de negocio. Además, a pesar de ya tener clientes en Bélgica y Francia, la expansión internacional también demandará talento del cual actualmente no disponemos. ¡Así que ya sabéis, si tenéis experiencia e interés en el ámbito cleantech o de la recarga de vehículos eléctricos, no dudéis en contactarnos!