Hace unos meses El Salvador se convirtió en el primero, y de momento único, digiriera del mundo al convertir el Bitcoin en moneda oficial en el país. Ahora, el presidente del país, Nayib Bukele, ha ido un paso más allá y ha presentado su proyecto faraónico, la Bitcoin City, un auténtico paraíso para las criptomonedas que busca, según el mandatario salvadoreño, atraer inversores de criptoactivos, que podrán beneficiarse de exenciones fiscales. De hecho, Bukele ya ha presentado una maqueta de la ciudad, que dispondría de un aeropuerto internacional y utilizaría solo energía geotérmica emitida por el volcán Conchagua, próximo a la ciudad, para su funcionamiento.
Ahora bien, el que no ha explicado Bukele es ni cuando ni como empezará la construcción de esta nueva obra faraónica, que en teoría será financiada por unos buenos soberanos en bitcoin por valor de 1.000 millones de dólares que el Gobierno todavía no ha podido colocar en el mercado. En esta línea, hay que apuntar que estos bonos parecen vivir otra realidad, ya que han perdido un 24% de su valor desde principio de año. Además, hay que apuntar que el Ejecutivo del país tiene vencimientos de deuda por 759 millones de euros a enero del año que viene y que la semana pasada la agencia de calificación crediticia Moody's rebajó la calificación del país en 'Caa3' con perspectiva 'negativa' porque considera que hay un mayor riesgo de 'default' en los vencimientos de deuda de 2023. Por lo tanto, podemos decir que, de momento, el proyecto de Bukele estaría lejos de empezar.
#Bitcoin City is coming along beautifully ❤️ pic.twitter.com/A6ay8aAREW
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 9, 2022
"La rebaja de la calificación de El Salvador está motivada en buena parte por la falta de un plan de financiación creíble, un factor que agudiza los riesgos crediticios derivados del acceso restringido al mercado, dados los angustiantes rendimientos de la deuda externa de El Salvador," advertía Moody's en su comunicado. La agencia también se refirió a la intención del Gobierno de reformar el sistema de pensiones, alguna cosa que "podría liberar liquidez para hacer frente al pago de los bonos de 2023". No obstante, la falta de información y detalles sobre la financiación, los riesgos del crédito soberano "siguen siendo elevados". En reiteradas ocasiones, el FMI ha alertado de las vulnerabilidades asociadas a la deuda pública del país, que podría situarse en una "trayectoria insostenible" del 96% del producto interior bruto (PIB) para 2026.
La economía salvadoreña se contrajo un 7,9% en 2020, con motivo de la pandemia, interrumpiendo diez años de crecimiento. Según las proyecciones, la economía salvadoreña crecerá en torno a un 3,2% en 2022. No obstante, los persistentes déficits fiscales y el elevado servicio de la deuda están generando necesidades de financiación elevadas y crecientes. El déficit fiscal está proyectado en aproximadamente un 5% del PIB en 2022.
Compra masiva de Bitcoin
Cómo ya hemos dicho, parece que Bukele está obsesionado con el bitcoin y sus planes de crear una ciudad específica para los criptoactivos y es por eso que El Salvador ha comprado 2.301 unidades de bitcoin desde el mes de septiembre pasado y en los últimos siete ha comprado 500 por un importe aproximado 14,6 millones de euros, según ha indicado Bukele. De hecho, el presidente ha reafirmado su confianza en el bitcoin después de haber adquirido estas criptomonedas a un precio de 29.163,5 euros cada una, casi un 55% por debajo del valor máximo registrado por la criptomoneda.