Aunque ya hace unos cuantos años que oímos hablar de los Bitcoines, el concepto sigue siendo un poco extraño para el público general. A menudo oímos decir que se ha revalorizado mucho, sobretodo en épocas de crisis como con el coronavirus, pero el hecho de que no sea una moneda física hace difícil de comprender el concepto. ¿Qué es y por qué es importante saberlo en el 2021?
Por partes: el bitcóin es una moneda virtual creada por el japonés Satoshi Nakamoto, quién en realidad no se sabe quién es, es una persona anónima y este nombre es su seudónimo. Como cualquiera de las monedas que conocemos, el bitcóin sirve para comprar bienes. Lo que lo caracteriza pero es que es una moneda descentralizada, es decir, que no está controlada por ningún banco o gobierno. Además, es una moneda finita. Según su creador, sólo hay 21 millones de bitcoines en el mundo y no puede haber más, motivo por el cual su precio fluctúa mucho con las crisis.
¿Cómo funciona?
Cada bitcóin es un archivo virtual que se guarda a una bilechera digital que hay que tener en el teléfono o en el ordenador, y desde allí el usuario puede recibir bitcoines de otras personas o enviar.
Se dice que es muy seguro porque cada transacción que se hace con bitcóin queda registrada en una lista pública denominada Blockchain.com, cosa que permite investigar toda la historia de cada bitcóin con el objetivo de evitar robos o fraudes. Sin embargo, las transacciones con bitcóin son anónimas, pero el registro sirve para validar la autenticidad.
En realidad, Blockchain es una tecnología -denominada tecnología 'de bloques' - que permite la transferencia de datos de manera completamente segura gracias a una codificación en bloques, muy complejos y muy difíciles de penetrar. Es el sistema de codificación de la información que hay detrás de cada Bitcóin, pero también se utiliza para otras criptomonedas.
¿Cómo se consiguen los bitcoines?
Hay hasta tres maneras de conseguir bitcoines:
La primera es comprando con dinero real, como si cambiáramos de divisa. Ahora mismo, 1 bitcóin vale más de 50.000 euros - en datos actualizados del día 2 de abril, vale concretamente 50.580 euros. El día en que se grabó el vídeo, un bitcóin valía 46.600 euros, pero en tres días se ha revalorizado hasta el punto de marcar un nuevo máximo histórico.
Otra manera es vendiendo cosas y cobrándolas con bitcoines. Y por último se pueden crear o, como se llama en el vocabulario propio, minar con un ordenador. Eso requiere de altos conocimientos y ordenadores de alta potencia, que mediante cálculos muy complejas resuelven problemas matemáticos cada diez minutos con el objetivo de encontrar el código adecuado. El primer minero digital que encuentra el código, se lleva un bitcóin. Actualmente todavía quedan unos 4 millones de bitcoines por minar.
¿Por qué son tan valiosos?
Actualmente un bitcóin vale más de 50.000 euros, pero no siempre ha estado así. En los doce años de historia de esta moneda, su precio se ha hinchado y desinflado muchas veces, pero ahora la crisis del coronavirus y las caídas en las bolsas mundiales la han vuelto a revalorizar, hasta el punto que hay gente que cree en el bitcóin como un valor refugio, por encima del oro.
El año 2017 se creó una burbuja y el bitcóin llegó a valer 20.000 euros, el máximo que había cotizado hasta el momento, para después perder casi la mitad de su valor en pocos días. En aquel contexto mucha gente perdió grandes fortunas, y hay que ir en cuenta porque es tan volátil que su riesgo es altísimo.
Después del coronavirus, el bitcóin ha llegado a valores entre 50.000 y 60.000 dólares, el valor más alto que ha cotizado nunca. Ante la crisis de la pandemia y las políticas de los estados para tratar de mantener la economía, muchos inversores han visto en esta criptomoneda una oportunidad de obtener beneficios.
Además, el hecho de que su valor no esté apoyado por un Estado y sólo haya 21 millones de bitcoines en el mundo hace que su precio se determine exclusivamente por la oferta y la demanda. Sin embargo, invertir en bitcoines es muy arriesgado y ha habido fraudes importantes a lo largo de su historia, y aunque poco a poco la tecnología blockchain ha ido mejorando, todavía hay recelos sobre su seguridad. Por eso algunos países como Corea del Sur, Bangladés, Islandia o Rusia, entre otros, han prohibido su uso.