El Consorcio de la Zona Franca de Barcelona se marcó el reto en plena pandemia de celebrar un evento presencial y virtual. Era octubre del 2020 y marcaron diferencias porque en Barcelona, y en buena parte del mundo, era uno de los primeros grandes encuentros que se celebraban después de meses confinados. Aquella idea tomó forma con el BNEW, la Barcelona New Economy Week. Y desde entonces no ha parado de crecer. Empezó desde la Estación de Francia, el año pasado se dividió entre diferentes espacios emblemáticos de la ciudad y, este año, se concentra en el DFactory Barcelona. ¿Pero en qué consiste el concepto de la nueva economía y este DFactory como espacio? Este diario ha hablado con Blanca Sorigué, Directora General del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona.
Cómo han cambiado las cosas desde el 2020...
Totalmente. Este es el año de la consolidación de un evento híbrido, singular y donde el elemento en común es la nueva economía y la consolidación de la Zona Franca y nos hace muy contentos seguir creciendo porque vemos el apoyo que estamos teniendo. El DFactory está siendo todo un éxito a nivel de networking, conexiones online y donde participan más de 90 países. ¡Una idea que nació en plena pandemia para mostrar que entonces también se podían hacer cosas muy positivas y optimistas y llegamos hasta ahora, imagínate!
¿Qué es exactamente el DFactory?
Es la catedral de la Industria 4.0. Lo que pretendemos es captar centros de innovación d'I+D+I y hubs digitales. Te pongo un ejemplo, a pocos metros tenemos una empresa como Hewlett Packard liderando la impresión auditiva. Queremos ser el polo de atracción de hubs digitales globales, pero también buscamos emprendedores que apuesten por estar aquí y beneficiarse de todas las capacidades tecnológicas que damos como el big data o la impresión 3D. Es una aproximación de la digitalización a toda la industria.
¿Se entiende bien el concepto del BNEW?
Precisamente, lo más difícil es dirigir el producto, para quién vamos. Lo hemos conseguido porque está muy bien conceptualizado y contamos con 300 personas que suman a nivel de proveedores tecnológicos o audiovisual extra. Hemos montado seis platós con alta definición como si estuvieras en la CNN, puedes ver las sesiones a muy alto nivel. Por lo tanto se involucran de forma directa, es un evento que genera muchísimo trabajo.
¿Y cómo podemos entender la nueva economía?
Son nuevas maneras de trabajar, relacionarse o producir. Por ejemplo, tenemos una incubadora de impresión 3D y las emprendedoras que participan son diversas: contamos con una periodista que junto con un equipo de arquitectos ha acabado construyendo casas con una manera muy diferente de la de los últimos cien años y apuestan por materiales muy sostenibles. Pero hay más ejemplos, como el de una emprendedora que después de muchos años apostó por su pasión que es un producto textil impreso en 3D y sostenible. Eso no deja de ser nueva economía, nuevas formas de ver las cosas, producir o fabricar. Y esta, ahora mismo, ya está creando nuevo empleo. No dejan de ser retos. El talento no sólo se retiene, sino también se fabrica y pasa por concienciar a todos los profesionales que nos pueden aportar para cambiar muchas tecnologías de que están obsoletas. El cambio climático está afectando a todos los sectores y hace falta, a la vez, un cambio de mentalidad, pero hay muchos más aspectos y se tienen que tener en cuenta en cualquier equipo o empresa.
El BNEW habla de inversiones, sostenibilidad, e-commerce, industria digital, real estate, movilidad, talento y experiencia. Este jueves se cierra una tercera edición por donde habrán pasado más de 12.000 profesionales, prácticamente la mitad de los ponentes son de ámbito internacional, un centenar de start-ups y con miles de reproducciones de sus contenidos vía online.
Uno de los éxitos de este BNEW es hablar de todo y con los que más saben. A modo de ejemplo, en el capítulo de las inversiones, se pudo charlar con los máximos responsables de las zonas francas de Ucrania para reflexionar sobre cómo invertir y reconstruir este país cuando acabe la guerra.