La cadena de supermercados catalana BonPreu, con sede en Vic, cada vez se encuentra más cerca de su objetivo, la compra de Caprabo. Pero no está sola en esta carrera, dado que la multinacional francesa Carrefour también está en un punto avanzado en las negociaciones. De hecho, el supermercado vasco Eroski —propietario de la cadena desde 2007— ha realizado una preselección de candidatos en las últimas semanas, descartando otros supermercados como Lidl.
El grupo BonPreu, sin embargo, espera ganar la pugna para permitir a su grupo “cubrir mucho más territorio nacional”, según ha expresado su director Joan Font. Según ha podido saber el medio Via Empresa, las dos grandes cadenas —BonPreu y Eroki— tienen un pequeño grupo de negociación de menos de diez personas dedicado a avanzar en la operación de compra y dirigido por el mismo Font.
En la lucha por adquirir Caprabo, suenan otros nombres de grandes cadenas como Consum o Condis, pero también fondos de capital privado. Carrefour, de hecho, ya intentó hacerse con la empresa, aunque sin éxito, en 2007 —cuando fue Eroski quién logró finalmente la adquisición—. Lo consiguió el año 2007 comprando un 75% de las acciones por valor de 1.300 millones de euros.
Tanto Carrefour como BonPreu han conseguido pasar el primer corte de candidatos para llevarse el modelo de franquicias de Caprabo, que dispone de una red de 320 supermercados, con Catalunya como principal mercado estratégico.
La deuda de Caprabo asciende a 350 millones de euros
Font ha reivindicado en más de una ocasión que aspira a tener entre un 20% y un 22% de la cuota de mercado, tras haber conseguido una facturación de 1.600 millones en 2019. Por su parte, Caprabo ha acumulado una deuda de 350 millones de euros.
La historia de Caprabo se inició en 1959 de la mano de las familias Carbó, Prat y Botet, que decidieron establecer su primer supermercado en la calle Sant Antoni Maria Claret, en Barcelona. Para 1962, la familia Prat abandonó la empresa dando entrada a la familia Elías.
En 2003, La Caixa decidió convertirse en propietario de Caprabo con un 20% de las acciones a cambio de 200 millones de euros. Finalmente, La Caixa vendió sus acciones en 2011 —tras la crisis financiera— y Eroski se quedó así con la mayoría de la propiedad de la cadena. El objetivo de Eroski era convertir Caprabo en una sociedad cooperativa pero, 13 años después, se han cerrado más tiendas de las que se han abierto y las cuentas se encuentran todavía en negativo.