Poco rato. El conseller d'Economia, Jaume Giró, y la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, han mantenido una breve reunión para hablar del futuro de Celsa. Así lo han confirmado fuentes del Govern tanto a Efe como a la ACN, que precisan que el encuentro ha sido de unos diez minutos y que ha servido para tratar la situación del rescate de la empresa siderúrgica catalana por parte del Estado. Asimismo, también han tratado otros temas como los fondos europeos Next Generation en Catalunya. En cualquier caso, se han encontrado después de que el Govern plantara a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, por la falta de inversiones del Estado en Catalunya.
Giró y Calviño han mantenido la conversación en el contexto de una jornada organizada por la farmacéutica AstraZeneca, que ha anunciado una inversión de seis millones de euros en un programa de investigación sobre el cáncer junto con el Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) y en el proyecto iniciado por el doctor Josep Baselga (muerto en marzo del 2021), que había trabajado en las dos instituciones. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos ha asegurado que las relaciones entre el ejecutivo estatal y el Govern son de "normalidad y máxima cordialidad". En este sentido, fuentes conocedoras del encuentro han explicado a Europa Press que forma parte de los contactos "habituales dentro de la normalidad institucional". Desde la Generalitat también han destacado que ambos equipos mantienen una interlocución estable. Estas palabras contrastan con el episodio que se vivió la semana pasada, cuando el Govern plantó a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Un plante motivado por la falta de inversiones del Estado en el país.
El rescate de Celsa
Respecto de Celsa, la Generalitat ha intensificado en los últimos días las gestiones para hacer que fructifique el rescate en la empresa siderúrgica por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La semana pasada lo hicieron el president Pere Aragonès, y el conseller d'Empresa i Treball, Roger Torrent. Aragonès salió en defensa de la continuidad industrial de la compañía, los dueños de la cual negocian a contrarreloj con los fondos acreedores para tratar de llegar a un acuerdo antes del 30 de junio que permita la inyección de los 550 millones de ayuda financiera ofrecida por la SEPI para garantizar la viabilidad de la siderúrgica.
Por su parte, los acreedores de Celsa han asegurado este lunes que los "intereses económicos" de la familia que lidera el grupo (encabezado por Francesc Rubiralta) son "el único impedimento" al rescate público de la empresa. Así lo han indicado en un comunicado consultado por la ACN, donde aseguran que su prioridad es llegar a un acuerdo para mantener la actividad industrial. Según los acreedores, el grupo propuso que, después de condonar la deuda de 1.200 millones de euros, la familia Rubiralta mantuviera el control total de la empresa y captara la totalidad del valor por encima de la deuda reestructurada. Los acreedores aseguran que aceptan que los Rubiralta mantengan el control, pero no al reparto de los valores existentes una vez hecho el rescate público. El acuerdo se tiene que cerrar antes de final de mes.