“Si no se revisa la competencia bancaria puede dañar la estabilidad financiera” ha asegurado el miembro del consejo de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Ignazio Angeloni en una conferencia sobre la competencia y supervisión bancaria en el Cercle Financer de La Caixa. Todo depende de “las relaciones futuras entre la City de Londres y el mercado único europeo.”

La transición no está clara y la incertidumbre impide por el momento pasar a la acción pero el supervisor ha explicado que “va a haber una negociación para concretar la salida del Reino Unido y después sus condiciones de acceso al mercado único.” Todavía es pronto para sacar conclusiones de cómo evolucionarán las negociaciones tras un referéndum que ha dejado las entidades bancarias “entre la espada y la pared”.

De lo que no hay ningún tipo de duda es que el Brexit es y será el factor con mayor influencia en la “rápida evolución” del panorama bancario europeo en lo que se refiere a competencia entre entidades, fusiones, cambios regulatorios y unión bancaria.  Y a todo ello, más retos con unos tipos de interés bajos y una era cada día más digital. 

El crédito de la confianza

Ante todo, Angeloni se ha remontado al significado de crédito, motor de la inversión y del crecimiento para pedir confianza y “perseguir los intereses de la unión bancaria como un todo.” En esta misma linea, el presidente no ejecutivo de CaixaBank, Jordi Gual que ha sido el encargado de presentar al supervisor, ha defendido “una construcción estable capaz de fortalecer y aguantar vientos como el del Brexit.” 

La unión como todo no está absenta de fisuras y voces críticas que alertan de su excesiva rigidez. Y es que en caso de riesgo sistémico, el efecto contagio podría jugar en contra y pasar factura a su solvencia. Pero Angeloni partidario de que en el equilibrio se encuentra la virtud, ha abogado por un punto medio entre regulación y competencia financiera para evitar asumir riesgos excesivamente elevados.  La quiebra de un banco es susceptible de aturdir al sistema con inestabilidad e incertidumbre. 

Un apoyo público regulado y controlado

No solo la rigidez es polémica también la intervención del sector público trae cola. Pero Angeloni tiene claro que "el apoyo público, debidamente regulado y controlado, es un componente fundamental en un sistema bancario bien estructurado." Para ello, también es fundamental plena cooperación entre autoridades de competencia, supervisión y resolución.

En este sentido, Angeloni ha anticipado que el papel de la autoridad europea de control de la competencia seguirá creciendo en los próximos años de acorde con el resurgimiento de las fusiones bancarias nacionales y transfronterizas. Se trata de dotar la UE de un rol con el que pueda "guiar y monitorizar" este proceso sin perder de vista la evolución de las estructuras bancarias de toda Europa ni su particular cara a cara con Estados Unidos. 

Al fin y al cabo, un nivel óptimo de eficiencia, sostenibilidad y riesgo no deja de ser algo "relativo" a las demandas de la gente y la sociedad. Son ellos quienes deciden o deberían decidir quién, cómo y qué se decide. Pero para ello, harían falta nuevas reformas. En cualquier caso, conviene que la UE esté preparada para lo que el Brexit pueda llevarse consigo.