El presidente de Colonial, Juan José Brugera, asumirá esta tarde la presidencia del Cercle d'Economia durante la asamblea extraordinaria de socios. Tanto él como el todavía presidente Antón Costas se han mostrado más partidarios del diálogo que de las posturas unilaterales. "Si se hace el referéndum y los políticos se ponen de acuerdo, nosotros no tendremos nada que decir", ha asegurado Brugera justo antes de apuntar también como opinión personal que "cada uno está mostrando cuáles son sus fuerzas para postularse para la negociación."
En este sentido, Costas que dejará la presidencia del Cercle pero continuará en la junta de Brugera, ha reafirmado su sí a una consulta pactada que venga precedida por "un mayor acuerdo interno en Catalunya" en torno a cuál se quiere que sea la renovación del modelo de Estado. Ahora bien, también ha alertado que el referéndum unilateral ya se ha celebrado, por lo que no entiende qué podría aportar un segundo referéndum unilateral.
Siguiendo la línea continuista en cuanto al encaje territorial entre Catalunya y España y que seguirá definiendo el lobby empresarial del Cercle durante los próximos tres años, tanto Brugera como Costas han exhibido una buena sintonía y amistad más allá de una postura común que pasa por una férrea defensa del procedimiento y las reglas de decisión en los principios de Estado de Derecho y democracia. "Nosotros lo que queremos es que pacten, que se entiendan las fuerzas que ahora no se entienden", ha reiterado Brugera.
Del presidente saliente....
En su intervención, Costas ha valorado sus tres años "complejos e interesantes" de presidencia como un mandato en que ha procurado constantemente ejercer "una voz prudente, sensata e incluso sosegada." Según su parecer, el Cercle no ha demonizado los partidos políticos como el PP y tampoco ha enaltecido los partidos independentistas. Con el diálogo y el respeto por bandera, Costas ha defendido la necesidad de renovar un modelo de Estado para atender las "legítimas aspiraciones de un mejor autogobierno" manifestadas y sostenidas por una amplia mayoría de Catalunya.
Peticiones por un lado y por el otro. A los partidos estatales, se les ha pedido compromiso con el desarrollo del principio democrático, reconocimiento de la realidad plurinacional, un mejor reparto de competencias (terreno lingüístico, educativo y cultural en Catalunya) y un mejor sistema de financiación. Mientras que a los partidos independentistas, se les ha pedido "respeto a las normas del Estado de Derecho" puesto que Costas considera que estas normas "se pueden, y se tienen que cambiar cuando es necesario pero no se pueden romper unilaeralmente." Ahora bien, no ha dudado en mandar un mensaje de alerta sobre "el riesgo de creer que todo cómo por arte de magia se arregla con una reforma constitucional." El caso italiano como referencia.
Según Costas y la junta saliente, el paso previo para un mejor autogobierno es: un acuerdo interno más amplio que llegue hasta dos tercios de los catalanes, buscar negociación y pacto con el estado y ratificar mediante una consulta a a el ciudadanía este apcte." La legislatura multipartidista juega a favor.
...Al presidente entrante
En esta misma línea discursiva, Brugera ha explicado que su junta trabajará "sin saltarse las legalidades" para resolver el malestar territorial en España por el caso de Catalunya. Creando así un espacio de encuentro, diálogo y nuevamente, pacto para que "el entramado español continúe reformándose dentro de un consenso general." Dentro de su programa se constata que en "Catalunya, el malestar ha adquirido una extraordinaria dimensión, alimentando el auge del independentismo en los últimos años" pero que esta incomodidad con "el actual diseño autonómico no constituye una rareza" puesto que también otras comunidades autónomas la viven.
Y, cuál es la solución? Volvamos: legalidad, diálogo y pacto. Una voluntad que más allá de hacerse explícitamente continuista y de confesar haber mantenido conversacions tanto con las autoridades del Estado como con los partidos independentistas, no ha dado nuevas pistas. De momento.