Bruselas aceptó que España pusiera un tope al precio del gas a cambio que el Estado modifique la tarifa regulada. Concretamente, lo que quiere la Comisión Europea es que esta tarife se desvincule de la cotización horaria del mercado mayorista de la electricidad, según ha avanzado este viernes eldiario.es. De hecho, según el mismo medio, este cambio en la metodología del cálculo de la tarifa se tendría que implementar "al principio de 2023", tal como indica el decreto que se publicará mañana aprobando el tope al precio del gas.
De hecho, en el borrador ha tenido acceso en el cual eldiario.es sobre el asunto se indica que "la subida de precios del mercado diario e intradiario y su alta volatilidad han perjudicado especialmente a los pequeños consumidores domésticos con potencia contratada menor o igual 10 kW, que se encuentra acogidos al precio voluntario para el pequeño consumidor, entre los cuales se encuentran los consumidores vulnerables con derecho a la aplicación del bono social". Este mecanismo, hay que recordar, fue introducido por el gobierno de Mariano Rajoy el año 2014 y siempre ha sido duramente criticado por las eléctricas.
Como ya se ha puesto de manifiesto en los últimos meses, la tarifa regulada está directamente vinculada al mercado mayorista y eso provoca que tenga una gran volatilidad. Visto lo visto, y a raíz del aumento de precios que vivimos desde el verano pasado, el Ministerio abrió una consulta pública con el fin de recaudar propuestas por, precisamente, reformar esta tarifa. Finalmente, la manera de hacerlo será con la introducción de una referencia "a los precios de los mercados a plazo, incorporando una componente de precio basada en una cesta de productos de mercados a plazo -anuales, trimestrales y mensuales- y una componente de precio del mercado diario e intradiario de tal forma que la nueva fórmula de fijación del coste de la energía del PVPC pueda empezar a aplicarse a principios de 2023", según asegura el borrador. Esta referencia se tendrá que introducir antes del próximo 1 de octubre de 2022 y también tendrá que incorporar en la formulación de cálculo del precio voluntario para el pequeño consumidor "una componente de precio basada en una cesta de productos a plazo y del mercado diario e intradiario".
España aprueba el tope
A propósito de eso, el Gobierno ha aprobado este viernes el mecanismo para limitar el precio del gas para la generación eléctrica, si bien tiene que pasar todavía la última barrera en Bruselas para entrar en vigor definitivamente. Esta medida, en principio tendría que reducir el precio del gas a una media de unos 50 euros por megavatio/hora (MWh) el próximo año que, de rebote, permitirá reducir la factura de la luz para un 30% de los consumidores acogidos a tarifas indexadas en el mercado mayorista, y el 70% de los consumidores de empresas.
En rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta tercera del Ejecutivo y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha remarcado que la medida es una respuesta "que tiene pocos antecedentes", ya que Europa ha entendido "las causas por las cuales España y Portugal tienen que contar con esta excepción" y ha destacado que será "un paraguas" para proteger a los consumidores domésticos y a la gran industria. Esta medida permitirá desacoplar temporalmente los precios del gas y la electricidad en la península Ibérica, que se beneficiará así de una excepción, tal como se acordó en el Consejo Europeo de marzo.