La reforma laboral se está convirtiendo en todo un reto para el Gobierno. Si ya está siendo lo bastante complicado pactarla con los agentes sociales, el último contratiempo para Pedro Sánchez es que la Comisión Europea (CE) ha instado en el Estado para que apruebe la reforma antes de que acabe el año. Por otra parte, esta petición de Bruselas coincide con el plan de recuperación que se acordó con la Unión Europea, aunque los plazos son "indicativos". "Nosotros animamos a las autoridades españolas a respetar el plazo previsto por el plan y a adoptar la reforma del mercado de trabajo en el cuarto trimestre de este año conforme a los compromisos enunciados", ha asegurado la portavoz comunitaria Arianna Podestá en rueda de prensa este viernes.
Además, la portavoz ha recordado que, en general, los estados tienen que implementar sus planes tal como fueron aprobados por el Consejo en esta decisión de ejecución, que fija los objetivos y fechas "claras" para cumplirlos. "Los plazos mencionados son efectivamente indicativos, pero es importante que todos los estados miembros hagan todo el posible para garantizar la puesta en marcha en tiempo útil de las reformas e inversiones a las cuales se han comprometido", añadió.
No habrá prórroga
Podestá ha respondido así a una pregunta hecha a raíz de una información publicada este mismo viernes por El Español donde se afirma que la Comisión habría ofrecido una "prórroga" en España para aprobar una reforma laboral de consenso. En este sentido, la portavoz ha señalado que, si bien corresponde a los estados miembros decidir cuándo presentan una solicitud de pago para recibir un tramo de los fondos europeos, solo pueden hacerlo dos veces al año, por lo cual la Comisión los insta a que lo hagan solo una vez que se hayan completado los objetivos vinculados a esta etapa específica.
"España se ha comprometido a implementar un paquete amplio de reformas de la ley de trabajo que darán apoyo a la creación de empleo, teniendo en cuenta la segmentación del mercado de trabajo y poniendo en equilibrio la necesidad de flexibilidad y seguridad. Es esencial que eso se haga conforme a los objetivos y descripciones de la decisión del Consejo", ha insistido la portavoz.
La negociación de la reforma laboral
Con respecto a la negociación de la reforma laboral, sabemos que hace meses que está sobre la mesa y que el Gobierno está trabajando con los sindicatos y la patronal, pero todavía no han conseguido acercar lo suficiente las posiciones ni pactar nada de nada. Esta reforma será clave con el fin de recibir los fondos europeos, ya que es uno de los objetivos que se tiene que cumplir para poder recibir un segundo tramo de 12.000 millones de euros de los Next Generation.
Las últimas declaraciones del Gobierno respecto de las negociaciones vinieron por boca de la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, que aseguró, ya hace casi un mes, que había un diálogo "dinámico" en el cual "se van proponiendo y negociando textos", y destacó que el objetivo es cerrar un acuerdo para la reforma laboral apoyado por sindicatos y patronales.
Concretamente, Calviño se refería a la última propuesta sobre contratación temporal que el Ejecutivo español planteó con el fin de seducir a la patronal y que planteaba la posibilidad de contratos temporales para actividades ocasionales por una duración máxima de tres meses y con límites según el tamaño de la empresa.
Ahora bien, esta última propuesta cayó en saco roto porque menos de 24 horas después, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, la rechazó fulminantemente. Concretamente, el líder de los empresarios rechazó los límites a la contratación temporal de tres meses en unas declaraciones a los medios donde aseguró que el problema de la temporalidad "no se soluciona con un porcentaje". "No sé qué se pretende tratando de castigar" las empresas cada vez que se hace un contrato temporal, por ejemplo, de un camarero extra para un acontecimiento, sentenció Garamendi.