Hace semanas que los líderes europeos se plantean la solución a la escalada, aparentemente sin fin, de los precios de la energía con España y Francia como los países que han pedido con más fervor medidas urgentes y excepcionales. Pues bien, este miércoles la Comisión Europea ha presentado su paquete de respuesta, sin novedades inmediatas, pero con margen para una mayor creatividad a futuro, por lo que descarta las medidas pedidas por el presidente español, Pedro Sánchez, para hacer una compra inmediata de gas para abaratar su precio.
"En el corto plazo, los estados miembros son los que están en mejor posición y equipados. Nuestras reglas aún permiten, y de hecho animan, a los estados a tomar medidas", ha asegurado este miércoles en rueda de prensa la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
Al final, esta preocupación tanto en los Estados miembro como en Bruselas se puede resumir en que el precio del gas se ha multiplicado por seis en el último año y la electricidad en el mercado mayorista por dos, ahora bien, cabe recordar que los precios venían de un suelo excepcionalmente bajo ante la caída de demanda por la pandemia de la Covid.
Ahora bien, a pesar del aumento de precios, Bruselas considera que hay suficiente gas para pasar este invierno, pues las reservas de los países europeos están al 76% respecto a la media del 90% habitual en este período del año y el ritmo de recarga avanza rápido, por lo que no ve con buenos ojos las peticiones de Sánchez. El Ejecutivo comunitario confía, además, en que el pico de precios pasará en abril, cuando previsiblemente empiece a operar el gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania.
Moscú ha manifestado su intención de enviar más gas a la UE y, aunque la Comisión cree que "se podría esperar un incremento de suministro" de la gasística rusa, los mercados han empezado a calmarse: el megavatio se pagará este jueves en España a 185 euros de máxima frente a los 288 euros del jueves pasado.
Precios más altos que la última década
Con todo, Bruselas entiende que la carestía de ese hidrocarburo es temporal y, aunque espera precios a futuro más altos que la media de la pasada década, cree que esto debe funcionar como "una llamada de atención", señalan fuentes europeas. La carestía del gas supone un incentivo para acelerar el despliegue de fuentes renovables, de forma que se reduzcan los costes energéticos y la dependencia externa, en línea con la estrategia europea para descarbonizar la economía en 2050.
Esto se traduce en que Bruselas considera que los estados miembros de la Unión Europea pueden reaccionar con "flexibilidades existentes dentro de las directivas existentes" al volátil incremento de precios.
Medidas a corto plazo, descartadas
Visto todo esto, las medidas que propone y ofrece el Ejecutivo a los 27 agrupan las opciones, ya que están a disposición de las capitales según la legislación vigente, como quería Alemania, y no contempla "medidas excepcionales para situaciones excepcionales", como reclama España con apoyo de Francia, entre otros.
Por lo tanto Bruselas propone que los países brinden apoyo de emergencia a los consumidores vulnerables, por ejemplo mediante "cupones" energéticos, el pago parcial de sus facturas o aplazando temporalmente los pagos o a través de reducciones impositivas, y sugiere que se proporcione "ayuda a empresas o industrias, de conformidad con las normas de la UE sobre ayudas estatales".
Y, además, lanza también un aviso a las empresas energéticas, señalando que la Comisión investigará "posibles comportamientos anticompetitivos en el mercado" y que tendrá "tolerancia cero" ante cualquier "manipulación".
Las medidas se contemplan a medio plazo
"Tenemos que hacer que el sistema energético esté mejor preparado y sea más resistente para no tener que hacer frente a una situación similar en el futuro", ha asegurado Simson para referirse a las propuestas a futuro, por lo que casi asegura que las medidas que se plantearan en el ámbito comunitario serán más a medio que a corto plazo.
De hecho, Bruselas propone desarrollar la tecnología de almacenamiento energético a través de las baterías y del hidrógeno, pedir "a los reguladores europeos de energía que estudien los beneficios e inconvenientes de rediseñar el mercado de la electricidad" o favorecer que los consumidores puedan elegir a sus proveedores y fomentar el autoconsumo.
No habrá compras conjuntas
España ha planteado, entre otras medidas, crear un sistema de compras conjuntas de gas, siguiendo el espíritu del modelo de compra comunitaria de vacunas contra la Covid, pero la Comisión ya estudió esa posibilidad en el pasado y sus beneficios no parecían del todo claros, por lo que se optó por "un mercado de gas bien interconectado".
Si bien, Bruselas acepta reabrir el debate de las compras conjuntas, pero prefiere la vía de crear reservas comunitarias de gas similares a las que ya existen para la gasolina, y trabaja para almacenarlo en depósitos ucranianos. "Ucrania tiene una gran red de almacenamiento" y Bruselas espera del vecino del este "solidaridad mutua, no solo de la UE a Ucrania sino también a la inversa", dicen fuentes europeas un día después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visitara Kiev.