La Comisión Europea ha vuelto a rebajar sus previsiones de crecimiento económico para España. Esta vez ha tirado, y mucho, de pesimismo y el recorte ha sido de 1,6 puntos de cara a este 2022, dejando el PIB español en un crecimiento del 4%. Además, esta no ha sido la única, ya que de cara a 2023, la Comisión considera que España crecerá un 3,4%, es decir un punto menos que hace medio año. Al fin y al cabo, asegura a la Comisión, es causado por el impacto de la guerra de Ucrania y lo escalda casi sin precedentes de los precios a causa del encarecimiento de las materias energéticas. De hecho, en esta línea, Bruselas también ha elevado su proyección de inflación hasta el 6,3% por término medio en 2022 y al 1,8% de cara al 2023. Dos aumentos considerables si tenemos en cuenta que el mes de febrero pasado las proyecciones eran del 3,6% y 1,1% respectivamente.
Si comparamos las previsiones de Europa con las del Gobierno, vemos como desde Bruselas son ligeramente más pesimistas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que anunció que consideraban que el PIB español crecería un 4,3% este 2022 y del 3,5% de cara a 2023. Ahora bien, sí que es cierto que este crecimiento para España es bastante más alto a las proyecciones para el conjunto de la eurozona que son de un crecimiento del 2,7%. También hay que recordar que España fue las economías más castigadas por la covid el año 2020, y, por lo tanto, también es lógico que con la recuperación de la normalidad también crezca más al recuperar sus estándares de 2019. "Se espera que la recuperación económica continúe en España a pesar de las perturbaciones creadas por la guerra de agresión rusa contra Ucrania. Las inversiones del plan de recuperación y resiliencia y la recuperación del sector turístico está previsto que den apoyo al crecimiento económico en el horizonte de las previsiones", afirma el informe de la Comisión.
En esta línea, el Ejecutivo comunitario señala que después de crecer un 5,1% en 2021, la economía española se está viendo afectada por los problemas de suministros y la escalada de la inflación ligadas a la guerra, cosa que provocó que durante el primer trimestre de este año el PIB creciera solo un 0,3%, tendencia que seguirá durando el segundo cuarto del año, cuando solo crecerá un 0,1%. De cara a la segunda mitad del año la tendencia tendría que cambiar y el crecimiento tendría que acelerar gracias al incremento del turismo, las inversiones del plan de recuperación y una cierta reactivación del consumo privado, según apunta la Comisión. Ahora bien, desde Bruselas, también advierten que el deterioro del poder de compra de los hogares por la inflación y la caída de los salarios reales tirarán a la baja del PIB. "Los riesgos a la baja son predominantes en un contexto de gran incertidumbre global", apunta al Ejecutivo comunitario, que destaca la inflación impulsada por una subida de los precios de la energía "más rápida en España que en la mayoría de países de la eurozona".
La inflación, a la baja
Con respecto a los precios y a la inflación, Bruselas prevé que empiece a moderarse, tal como se puede comprobar con el último IPC, "ayudado" por las medidas del Gobierno, como los descuentos en el carburante o el tope al precio del gas de manera que la inflación se situaría en el 6,3% por término medio durante estos 2022, pero en 2023 bajaría hasta el 1,8%. Con respecto al empleo, Bruselas destaca que está en su nivel más bajo desde 2008 para el conjunto del Estado, y espera que "el mercado laboral siga fuerte", es por eso que han mejorado su previsión al respecto rebajando la tasa de paro en España hasta el 13,4% en 2022 y al 13% de cara a 2023, nueve décimas menos de lo que publicaron en noviembre pasado.
Por el lado fiscal, Bruselas prevé que España siga reduciendo el déficit público hasta el 4,9% del PIB este año, tres décimas menos del proyectado en noviembre, y al 4,4% en 2023, dos décimas más. El crecimiento económico y la "fortaleza" de los ingresos tributarios impulsarán esta reducción, aunque Bruselas avisa de que las medidas contra el conflicto en Ucrania "pesarán sobre el déficit". La deuda pública, por su parte, bajará al 115,1% del PIB este año y al 113,7% el próximo, cotas más bajas de las anticipadas en noviembre.