La Comisión Europea mantiene sus previsiones y calcula que la economía española crecerá un 4% este año, pero aumenta hasta el 8,1% la de inflación, casi dos puntos más respecto al 6,3% que avanzaba en la primavera. A pesar de que, ha mantenido la proyección de expansión de la economía española por este año, los nuevos cálculos del ejecutivo comunitario apuntan a un oscurecimiento de la situación económica derivada de la guerra de Ucrania. Los cálculos de la Comisión Europea para el PIB español se sitúan en la misma línea que los del gobierno español, que prevé un crecimiento del 4,3% este año y del 3,5% el 2023. Bruselas, por su parte, aprecia un repunte del PIB de España del 2,1%, hasta 1,3 puntos porcentuales menos del que se preveía en la primavera y un 2,3% menos respecto a las previsiones de inicio de año.
La cifra se sitúa, en todo caso, por encima del 1,5% de crecimiento previsto en 2023 para la media comunitaria y del 1,4% de la zona euro. Respecto a la inflación de cara al 2023, desde Brusel·les se muestran más pesimistas, puesto que, sitúan que la inflación a la eurozona escalará hasta el 7,6% este año y hasta el 8,3% en el conjunto de la Unión Europea. Si, finalmente, se acaban cumpliendo estas previsiones, según los cálculos del ejecutivo comunitario, la economía española sería la séptima en crecimiento en el mercado comunitario en el presente ejercicio, al mismo nivel que Grecia y superada por Portugal, Eslovenia, Irlanda, Croacia, Hungría y Malta.
Inflación elevada
Las previsiones se enmarcan en un contexto inflacionario que registra una espiral alcista, principalmente por la escalada del coste de la energía después de la invasión militar rusa de Ucrania y el alza de los precios de las materias primas por los cuellos de botella de la cadena de suministro. La Comisión señala que, precisamente, en España el aumento de la inflación y los problemas de suministros ralentizaron el crecimiento abruptamente en la primera parte de este año, en lo que se suma una "significativa" contracción del consumo privado que espera se mantenga durante el horizonte de las previsiones. Si bien el crecimiento "acelerará ligeramente" en el segundo semestre por la recuperación del turismo y una implementación más rápida de las inversiones del plan de recuperación, hacia final de año y en 2023 Bruselas prevé que la actividad económica se ralentice a medida que los hogares ajustan su consumo a unos precios más altos y la incertidumbre económica.
Así, Bruselas ha elevado la previsión de crecimiento de la inflación en España en 2022 al 8,1%, enfrente del 6,3% que apuntaba en sus previsiones de primavera y muy por encima del 3,6% pronosticado antes de que estallara la guerra en Ucrania. La cifra se sitúa, pues, por debajo de la media comunitaria, del 8,3% aunque por encima del 7,6% previsto para la zona euro. En 2023, la inflación en España se contraerá hasta el 3,4% lo que supone, en todo caso, 1,6 puntos porcentuales más que el proyectado en primavera y 2,3 puntos porcentuales más que antes de la guerra de Ucrania. El ejecutivo comunitario indica que espera que los precios de la energía empiecen a "moderarse en la segunda mitad de este año, ayudados por las medidas adicionales del Gobierno que entrarán en vigor en junio, incluido el tope al precio del gas, que busca reducir los precios mayoristas de la electricidad y una mayor reducción del IVA en la factura eléctrica (del 10% al 5%)".