La Comisión Europea ha salido al paso este miércoles de las posibles consecuencias del proceso soberanista en Catalunya sobre la candidatura que defiende Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y ha asegurado que el referéndum de independencia no forma parte de los criterios técnicos sobre la base de los cuales se decidirá el traslado.

"Los criterios para acoger las sedes de las dos agencias (EMA y la Autoridad Bancaria Europea) son bien conocidos, y no recuerdo que este sea uno de ellos", ha resuelto un portavoz comunitario al ser preguntado por el impacto del movimiento independentista en Catalunya. "Lo más importante es que las agencias puedan seguir con las operaciones que tienen en el Reino Unido en su nueva sede", ha recalcado el portavoz, Alexander Winterstein.

Sobre el anuncio del referéndum, el portavoz se ha limitado a repetir la línea habitual del Ejecutivo comunitario con respecto a que es un asunto que pertenece "al orden constitucional interno" de España sobre el cual Bruselas "no tiene nada que decir".

Criterios de la sede de la EMA

Los líderes de la Unión Europea validaron en su última cumbre los seis requisitos "técnicos y objetivos" por los cuales se evaluará la calidad de las ciudades candidatas a acoger las agencias europeas que tienen que abandonar el Reino Unido como consecuencia del Brexit. Los criterios para la selección van desde garantizar una mudanza "suave", que no afecte a la operatividad de las agencias, hasta las conexiones aéreas e infraestructuras hoteleras y oferta educativa, pasando por el equilibrio geográfico.

A la espera que se cumpla el plazo a finales de julio para formalizar las candidaturas, al menos 21 países han mostrado su interés por albergar una de las dos sedes. Barcelona, que ya quedó en segundo lugar cuando en 1992 se adjudicó el EMA en el Reino Unido, tendrá que hacer frente aspirantes de la talla de Viena, Dublín, Copenhague, Milán, Amsterdam o Bratislava.

Aunque la decisión definitiva la tomarán los Estados miembros en el mes de noviembre, tendrán que tener en cuenta la evaluación que haga la Comisión Europea sobre el grado de cumplimiento de los criterios por cada ciudad aspirante, que tendrán que debatir a nivel político en octubre. Otras fuentes comunitarias consultadas avisan de que no "compite" a Bruselas "evaluar el grado de estabilidad política" en los Estados miembros que presentan candidatas, aunque ven plausible que aspirantes rivales traten de presentarlo como argumento en contra.