CaixaBank ha ganado 1.573 millones de euros al primer semestre de 2022, lo que representa un 17,1% más en base comparable a los primeros seis meses de 2021, más allá de los efectos de su fusión con Bankia. La entidad catalana ha impulsado sus beneficios gracias a un fuerte incremento de la concesión de hipotecas, que ha adelantado un 58% y en la de créditos al consumo, que crece un 21%, según el balance de resultados presentado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los beneficios de Caixabank también se incrementan por la reducción de costes por las sinergias de la fusión y las dotaciones más bajas destinadas a provisiones. En cambio, si se tiene en cuenta el impacto generado por la integración, el resultado cae un 62,4%.
El resultado de CaixaBank aumenta un 17,1% si se comparan perímetros homogéneos y un 23,1% sin tener en cuenta los impactos generados por la integración, que incluían una aportación positiva a efectos contables de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio. Según ha informado CaixaBank, la mejora de los resultados se basa en la disminución en un 5,6% de los gastos recurrentes por las sinergias de la fusión y la reducción del 16,8% de las dotaciones para insolvencias. En concreto, los costes de personal bajan un 7,5% por la salida voluntaria de más de 6.400 trabajadores en España.
Más ahorros y menos morosidad
Con respecto a los recursos de clientes, al primer semestre subieron a 624.087 hasta junio, un 2,2% más desde el último trimestre fruto de un mayor ahorro. Asimismo, a pesar del contexto de incertidumbre económica, el balance muestra también una disminución de la ratio de morosidad, que se reduce hasta el 3,2%, el nivel más bajo desde diciembre del 2008. Al cierre del 2021 era del 3,6%. Por otra parte, los saldos "dudosos" bajan hasta los 12.424 millones, con una reducción de 937 millones durante el trimestre.
Los ingresos por dividendos caen un 13,5% hasta los 131 millones de euros, en buena parte por la reducción de las aportaciones de Telefónica y BFA. Con respecto a los resultados de entidades participadas, bajan un 48,4% después de la venta del vienés de Erste Group Bank, mientras que los ingresos de operaciones financieras se incrementan. Asimismo, crecen las comisiones bancarias un 1,1%, interanual.
El grupo que preside José Ignacio Goirigolzarri mantiene un fondo colectivo de provisiones de 1.257 millones para hacer frente a las consecuencias que pueda tener el escenario macroeconómico actual, marcado por la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.
Buena evolución del crédito
En el ámbito comercial, CaixaBank destaca la buena evolución de la concesión de crédito, con un aumento de la producción de hipotecas del 58%, de la financiación al consumo del 21% y de los créditos en empresas del 57%. El saldo de crédito sano se sitúa en 351.012 millones, un 3,2% interanual más, gracias a este incremento de la producción crediticia. En cuanto al total de crédito concedido con aval ICO, el 23% ya ha sido amortizado o cancelado y, del importe restante, un 85% ha finalizado el periodo de carencia. Del saldo total inicialmente concedido, un 3,7% está clasificado como morosidad, según la entidad.
Final del proceso de integración
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha destacado que la empresa ha completado un primer semestre "muy positivo" con el final del proceso de integración con Bankia, un esfuerzo de reducción de gastos y un "fuerte crecimiento" de la actividad comercial con actividades como los seguros o los créditos en empresas.
Caixabank ha registrado una reducción de costes marcada por la caída en el número de empleados -que pasa de 49.762 a 45.022 en seis meses- y sucursales. Con respecto al número de oficinas, CaixaBank muestra una reducción, pasando de 5.317 de hace seis meses a las 4.543 actuales. El número de cajeros o "terminales de autoservicio" también cae de las 14.426 en las 13.095 actuales.