CaixaBank obtuvo un beneficio neto de 707 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 85% menos que en el mismo período de 2021, cuando ganó 4.786 millones por los impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia. El resultado de CaixaBank aumentó un 21,9 % si se comparan perímetros homogéneos y un 37,6% sin tener en cuenta los impactos generados por la integración, que incluían una aportación positiva neta a efectos contables de 4.300 millones por el fondo negativo de comercio y el registro de 28 millones de gastos extraordinarios netos de impuestos.
La entidad asegura este viernes en un comunicado que en estos tres primeros meses de 2022 logró consolidar su fortaleza comercial y financiera, pese a la volatilidad de los mercados y la incertidumbre por la guerra de Ucrania, y que ahora, completado casi el 90% de las integraciones de oficinas y de las salidas de empleados previstas, puede focalizarse cada vez más en el crecimiento del negocio. "En 2022 esperamos consolidar nuestro crecimiento y seguir apoyando a la economía de la mano de nuestros clientes. Será el primer año del plan estratégico que presentaremos el 17 de mayo y que definirá el rumbo y la velocidad de la entidad para los próximos tres años", indica el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
Durante la rueda de prensa para presentar los resultados, Gortázar ha asegurado que no cree que CaixaBank sufra un gran impacto derivado de la guerra en Ucrania a pesar del clima de incertidumbre que rodea el conflicto. "No esperamos que nos marque el nuevo plan estratégico", ha señalado el consejero delegado, aunque sí que ha reconocido que "el que está claro es que la guerra marcará cambios profundos en la estrategia geopolítica de Occidente, y no podemos infravalorar la repercusión". En la misma intervención, el directivo ha reconocido que aceptaría una reducción de los márgenes empresariales para mantener el poder de compra de los empleados y combatir la inflación.
Buena evolución
La buena evolución del resultado de CaixaBank, destaca la entidad, se apoya en el crecimiento del margen de explotación (+ 5,4%, con perímetros comparables), así como en la reducción de las dotaciones para insolvencias (-23,2%) y otras dotaciones a provisiones (-37,7%). Teniendo en cuenta perímetros homogéneos, los ingresos denominados core, aquellos derivados de la actividad propiamente bancaria, alcanzaron los 2.761 millones, con un ligero descenso del 1,7% respecto a 2021 debido a la caída del margen de intereses (-5,4%), que se situó en 1.550 millones, por el entorno de tipos de interés negativos. Los ingresos por comisiones crecieron hasta 969 millones de euros, un 2,9% más que hace un año.
Los resultados de entidades valoradas por el método de la participación bajaron un 43,1% tras la desinversión en la entidad austríaca Erste Bank y la no atribución de sus resultados con posterioridad al tercer trimestre de 2021, así como por la toma de control de Bankia Vida a finales de 2021 y su integración global a partir de enero de 2022. En la cuenta proforma destaca, asimismo, la reducción de los gastos de administración y amortización recurrentes del 4,3%, fruto de las sinergias de costes derivadas la fusión. En este sentido, los gastos de personal cayeron un 5,3 %, y los gastos generales, un 7,2 %.
En el primer trimestre de este año, CaixaBank constituyó un fondo colectivo por importe de 214 millones para reflejar el impacto estimado derivado del cambio de escenario macroeconómico ante el conflicto en Ucrania. El fondo Covid-19, por su parte, se situó en 1.196 millones a cierre del trimestre (1.395 millones a final de 2021).
50 millones para la exclusión financiera
Más allá de los resultados de la entidad, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ha anunciado este viernes en la rueda de prensa para presentar lo cuentas con que CaixaBank prevé destinar este año 50 millones de euros a la puesta en marcha de una decena de medidas, entre ellas la incorporación de nuevos consejeros sénior, destinadas a luchar contra la exclusión financiera. En esta línea, el banco, que ya cuenta con unos 1.300 empleados especializados en la atención a las personas grandes, tiene por objetivo llegar a los 2.000 profesionales en 2023.
Además, ha hecho "un esfuerzo importante" a adaptar los cajeros automáticos porque sean de uso más fácil para los más mayores, y la previsión es que todos ofrezcan a sus usuarios la posibilidad de operar con la libreta, que es el medio elegido mayoritariamente por los clientes sénior, ha explicado Gortázar. El directivo también ha añadido que las sucursales también se han reforzado con 1.450 contratados temporales para ayudar tanto a los clientes seniors como a los procedentes de Bankia a familiarizarse con los servicios de CaixaBank durante el periodo de integración de oficinas derivado de la fusión, y que la entidad mantiene su apuesta por la capilaridad.
"Estamos extremadamente satisfechos con los planes que tenemos y de cómo avanzamos. Los estamos implementando y vamos a muy buen ritmo", ha señalado Gortázar. "Somos conscientes que tenemos que seguir por esta vía", ha subrayado el directivo.
Créditos estables
Por su parte, los créditos (353.404 millones) y recursos de clientes (619.892 millones) se mantuvieron estables, pese a la volatilidad de los mercados. El saldo de crédito para la adquisición de vivienda bajó un ligero 0,8% en el trimestre y siguió marcado por la amortización de la cartera, si bien se detectó una recuperación de la nueva producción respecto a trimestres anteriores, asegura CaixaBank. La nueva producción de hipotecas y crédito al consumo en España mejoró un 14 y 18% interanual, respectivamente. También destaca la buena evolución de la financiación a empresas, que se incrementó un 0,8%, y el crédito al sector público, que subió un 5,4%.
Los activos bajo gestión se situaron en 152.823 millones de euros, un 3,3% menos en el trimestre "por el comportamiento desfavorable de los mercados". Sin este efecto, habría subido un 0,1%. La ratio de morosidad del grupo fue del 3,5% a cierre del primer trimestre, una décima menos que en el mismo período de 2021, y la tasa de cobertura aumentó del 63 al 6 %, gracias a la caída de dudosos. Los saldos dudosos alcanzaron los 13.361 millones de euros a finales de marzo, con una caída de 272 millones en el trimestre.
Por su parte, la cartera de adjudicados netos disponibles para la venta en España fue de 2.223 millones de euros, con una caída en el trimestre de 56 millones de euros tras haberse realizado ventas de inmuebles por importe de 260 millones de euros. CaixaBank cuenta actualmente con 46.480 empleados, 3.282 menos que hace un año, y 4.824 oficinas, medio millar menos.