"Las salidas de depósitos de los días de octubre eran de pequeños depositantes privados, eso lo digo claro y catalán". Así lo ha dicho de manera contundente el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, negando presiones políticas para trasladar la sede durante octubre del 2017. Gual, junto con el presidente de la Fundació Bancaria 'La Caixa' Isidre Fainé, han comparecido este mediodía en el Parlamento en el marco de la comisión de investigación sobre la aplicación del 155 en el Parlament de Catalunya para dar explicaciones sobre el cambio de sede del banco en Valencia. Una comisión en que sólo han asistido cuatro diputados: la CUP, JxCat, ERC y Comuns.
Con todo, con respecto al decreto Guindos, el presidente de CaixaBank ha aceptado "haber hablado con el Gobierno porque era una situación de emergencia" y, según Gual, "necesitábamos agilizar la situación". Se trata del decreto ley que aprobó el Gobierno el día 6 de octubre del 2017, que permitía las empresas a mover su sede sólo con el acuerdo del consejo y sin necesidad de reunir su junta de accionistas.
El decreto Guindos
El día 6 de octubre del 2017, el Consejo de Ministros aprobó un decreto-Ley -denominado Decreto Guindos o incluso algunos lo llaman Decreto Fainé- que permitía a las empresas mover su sede sin necesidad de reunir su junta de accionistas, de manera que sólo se necesitaba el consejo de la empresa para aprobar el traslado.
Según las investigaciones hechas en el momento y también en declaraciones del mismo expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su libro publicado el pasado mes de noviembre, el decreto se habría aprobado para facilitar el traslado de CaixaBank fuera de Catalunya. Por el contrario, el Banco Sabadell ya se había podido mover a Alicante porque sus estatutos ya permitían tomar esta decisión sólo al consejo.
Delante de eso, Gual ha contestado que "como era una situación de emergencia hablamos con el Gobierno porque necesitábamos agilizar la situación", aunque, según él, "estábamos convencidos de que la junta general de accionistas también estaría de acuerdo".
Fuga de 7.000 millones de euros
En respuesta a las preguntas de los grupos parlamentarios –que han sido muy insistentes en el hecho de sí los bancos recibieron presiones-, Jordi Gual ha recordado que "la sensación de no saber la cual pasaría el día siguiente fue generalizada y la población tuvo mucho miedo". En este sentido, ha aseverado que "cuando la gente tiene miedo, lo que hace sobre todo el pequeño ahorrador es retirar dinero del banco". Además, ha cifrado en 7.000 millones de euros la salida de depósitos durante la semana después del referéndum del 1-O.
Gual también ha explicado que había temor entre clientes y también accionistas que la entidad no tuviera acceso al Banco Central Europeo por la posibilidad de que quedara fuera de la zona euro. Según el presidente de CaixaBank, la dirección del banco consideró "adecuada trasladarse a Valencia" y ha admitido tanto contactos con las autoridades políticas del momento como aprovechó el real decreto que facilitaba el traslado para llevarlo a cabo. Además, ha advertido que "las dobles legalidades crean pánico". Al mismo tiempo, ha explicado que "el banco tenía anchísima liquidez y estaba preparado, pero esta situación se tenía que cortar en seco".
"Ningún tipo de presión política"
En la misma línea que la comparecencia del presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, que ha comparecido antes que Gual y Fainé, los representantes de CaixaBank y de la Fundación han negado haber recibido "ningún tipo de presión política" para tomar la decisión de trasladar su sede en Valencia. Al mismo tiempo, aseguran que "nosotros hemos actuado siempre respetando la legalidad y no nos ponemos en política, este es su trabajo no la nuestra", ha concluído Gual cuando el diputado de la CUP, Carles Riera, ha comentado que "quizás si dice que no recibieron presiones, es porque eran Ustedes los actores políticos y les interesaba lo que pasó".
Al mismo tiempo, tanto Fainé como Gual han defendido contundentemente el traslado diciendo que "gracias al cambio de sede y las elecciones, los flujos de ahorros que salieron se recuperaron pocos meses después".