La dirección y los sindicatos de CaixaBank han llegado a un acuerdo para cerrar el expediente de regulación de empleo (ERE) derivado de la fusión con Bankia, el mayor de la historia de la banca española, que se saldará con 6.452 extinciones de contratos en España, 1.839 menos que las que preveía la compañía inicialmente.
Tras tres días de reuniones maratonianas sin cerrar las actas, ya que el 29 de junio era el último día del período de consultas del ERE, la dirección del banco y los sindicatos han alargado la negociación hasta lograr este jueves un pacto que evita despidos forzosos y contempla prejubilaciones a partir de los 52 años.
Los contactos entre ambas partes comenzaron a mediados de abril con la presentación de un ERE que afectaba, en un inicio, a un total de 8.291 personas, y que finalmente las extinciones de contratos se han rebajado a 6.452, aunque el pacto contempla también 570 recolocaciones directas en empresas del grupo y 138 vacantes en filiales que se ofrecerán a toda la plantilla.
Desde los sindicatos, aseguran que las negociaciones han sido realmente "muy complejas", sobre todo por el gran número de cuestiones que había sobre la mesa y subrayan el papel que tuvieron los paros realizados por los trabajadores para poder avanzar en las negociaciones.
Última propuesta
La última propuesta por CaixaBank a los sindicatos, enviada la pasada madrugada, mantenía el número de salidas en 6.452, así como el esquema general de compensaciones para las personas que dejen la entidad, con un aumento de los cupos máximos de salidas para las franjas de edad entre 52 y 53 años, hasta 750, y de 54 y 55 años, hasta 1.750.
CaixaBank también planteó la posibilidad de limitar la movilidad geográfica a un máximo de 75 kilómetros, cuando esta sea necesaria para el plan de reestructuración de la entidad y como medida para mantener el empleo. Fuera de estas circunstancias, la dirección proponía situar la movilidad geográfica, cuando sea necesario aplicarla por motivos organizativos, en 40 kilómetros, cuando actualmente este límite está situado en 25 kilómetros.
La propuesta formulada esta madrugada por CaixaBank incluía también algunas mejoras sobre la propuesta de modificación del plan de previsión social, por la cual los nuevos empleados que puedan incorporarse en el futuro pasarán a tener una aportación al plan de pensiones de la empresa del 7,5% del salario pensionable de forma progresiva, partiendo de un 6%.
Huelga general
Durante estas últimas semanas de negociaciones, y especialmente durante los últimos dos días, los trabajadores han secundado las primeras vagas generales en la historia de la entidad. Las acciones de protesta también se han traducido en movilizaciones en 28 ciudades del Estado, incluidas Barcelona y Tarragona.
Este es el tercer ERE que se produce en CaixaBank desde el estallido de la crisis financiera en 2008. El primero, también firmado de madrugada después de unas largas negociaciones, acabó afectando a un total de 2.600 trabajadores, cerca de 400 empleados menos respecto a los planteamientos iniciales de la entidad.
La reducción de plantilla se produjo sin despidos forzosos y con salidas voluntarias. El segundo se produjo el 2019 y comportó la salida de 2.023 empleados, una cifra inferior al número de trabajadores que finalmente se adhirieron voluntariamente al ERE.