Las cajas de ahorro, reunidas en su congreso mundial de dos días en París, han pedido este viernes que la regulación financiera internacional tenga en cuenta su modelo de banca minorista, que contribuye a la resiliencia de las comunidades en las que trabaja y ha mostrado su eficacia durante la pandemia. El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), José María Méndez, ha insistido en la petición de que "se respete este modelo de banca minorista" porque "la diversidad es enriquecedora", y "tiene que ser tenido en cuenta internacionalmente".
Eso significa, entre otras cosas, que la conocida como regulación de Basilea, que sirve de estándar de reglas bancarias a escala mundial, debería tener en cuenta las peculiaridades de estas entidades minoristas que, según ha destacado Méndez, contribuyen a la sostenibilidad social y medioambiental, en particular por las raíces que tienen en los territorios donde operan. En la declaración adoptada por aclamación en este 26º congreso del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (WSBI) se aboga por impulsar las finanzas sostenibles para garantizar la resiliencia económica de las comunidades en las que operan. Los miembros insisten en esa declaración en que los reguladores deben coordinar y armonizar las diferentes taxonomías para fomentar la interoperabilidad y el reconocimiento mutuo, que puede ayudar a promover las finanzas sostenibles transfronterizas, pero también a reducir los costes de cumplimiento de las normas.
En el discurso de clausura, el presidente del WSBI, que lo es también de la CECA y de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, ha subrayado que en momentos de turbulencias económicas a corto plazo y de incertidumbres sobre las transformaciones de largo plazo, las cajas deben seguir perfeccionando todas las herramientas de gestión empresarial de las que disponen. Para Fainé, hay que centrarse en el mercado, y de forma muy particular en el cliente con "un trato personal y exquisito", y crear una estructura con la menor burocracia posible y flexible que ofrezca capacidad de respuesta. Ha hecho hincapié en que a largo plazo, el secreto del éxito de cualquier empresa es contar con empleados cualificados y motivados. También ha asegurado que las cajas de ahorro tienen otras ventajas competitivas que son su misión y los valores corporativos, es decir, su finalidad social. Sobre todo, Fainé ha afirmado que los miembros del WSBI afrontan el futuro con una esperanza y optimismo que es reflejo de sus acciones concretas destinadas al progreso social.
En la última jornada del congreso también ha participado el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), José Manuel Campa, que ha detallado la acción que está llevando a cabo en el terreno de los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza. Campa, que ha dicho que los bancos minoristas como las cajas desempeñan un papel importante en los objetivos medioambientales de la UE, ha considerado que sus actividades deben incluirse en la evaluación de los nuevos riesgos, aplicando "el principio de proporcionalidad".
La comisaria europea de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, que ha intervenido con un mensaje de vídeo, ha dado un repaso a los proyectos que tiene abiertos la UE en el terreno financiero, incluida la regulación de los criptoactivos, en la que ha dicho que hace falta "una regulación más estricta porque cada día hay gente que pierde dinero en estafas". McGuinness ha asegurado que también se está trabajando en un marco más sólido para todos los bancos, grandes y pequeños, y a este último respecto ha incidido en la preocupación para evitar dificultades y cargas no necesarias para las entidades pequeñas. El WSBI reúne a más de 6.000 cajas de ahorros y bancos minoristas de 65 países que atienden a 2.000 millones de clientes y cuentan con 15,6 billones de dólares de activos.