La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, considera que los “problemas de Catalunya” han incidido en el crecimiento económico. En una entrevista concedida al diario El País, sostiene también que la “fragmentación” que dificulta la formación de un gobierno estable “puede estar generando una incertidumbre añadida que retraiga las decisiones de ciudadanos y empresas y que esta situación está haciendo muy difícil poner en marcha las reformas de calado y más de medio y largo plazo que nuestro país necesita”.
En todo caso, para la ministra, la afectación en la economía de los sucesos recientes en Catalunya, en especial los disturbios de los últimos días se suman al “escenario de inseguridad jurídica y de inestabilidad política que hemos vivido estos dos años en Catalunya”, que “no es positivo para la actividad económica”. En este sentido considera que las “escenas de extrema violencia suponen un mensaje negativo para la percepción de los mercados internacionales”.
Aún así, Calviño ha considerado que “la situación de violencia en las calles está muy localizada y por tanto el impacto directo no debería ser elevado”, aunque ha añadido que existe “un impacto secundario por las posibles pérdidas por la cancelación de reservas y caída de ingresos del turismo” y se ha mostrado convencida que “si la calma se impone y cesa la violencia, el impacto no debería ser muy significativo”.
En cualquier caso, la ministra se ha mostrado convencida que “si no hubiéramos tenido los factores de incertidumbre e inestabilidad derivados de la tensión social y el problema de convivencia en Catalunya, nuestro país podría haber tenido un mejor resultado”, añadiendo que “la economía catalana hubiera podido crecer por encima de la media nacional y actuar como un motor de crecimiento”.