La inflación es, hoy día, una de las mayores, si no el mayor, incertidumbres que rodean la economía europea y mundial. De hecho, este mes de abril en el Estado el IPC se situó al 8,4% en la que representó la primera baja en los últimos 15 meses después de fregar casi el 10% en el mes de marzo. Y precisamente sobre esta conjetura actual se ha pronunciado a la vicepresidenta primera y ministra de Economía del Gobierno, Nadia Calviño, durante su intervención a las jornadas del Cercle d'Economia. Concretamente, Calviño ha asegurado que todo apunta en el hecho que los precios ya han superado el pico de la crisis y que a partir de ahora, si todo va bien, irán bajando progresivamente en todo lo que queda de año. Ahora bien, también ha augurado que la inflación no volverá al 2% hasta bien entrado en el 2023.
Aparte del IPC y la inflación, Calviño ha dedicado gran parte de su exposición a explicar a los empresarios catalanes cuáles son los objetivos del Gobierno para el corto y largo plazo. Para empezar, ha recordado que el contexto actual tiene una alta dosis de incertidumbre causada por la guerra en Ucrania, que se ha sumado a la persistencia pandemia y a los problemas en las cadenas de suministros de los últimos meses. Con este contexto francamente adverso, la vicepresidenta ha asegurado que desde el Ejecutivo se están aplicando "políticas de máxima prudencia" y trabajando en la aplicación y desarrollo del plan de recuperación pactado con Bruselas.
Ahora bien, a pesar del mal contexto, Calviño ha reiterado que España crecerá muy por encima de la mayoría de las economías europeas y del mundo y que, al mismo tiempo, será un "crecimiento sólido" acompañado de un mercado laboral sólido. Todo, ha asegurado a la vicepresidenta, ya está permitiendo al ejecutivo empezar a absorber la deuda pública emitida durante la pandemia, ya que actualmente se entrevé un patrón de crecimiento sostenible gracias a unas reformas que apuestan por la productividad del sistema y el crecimiento potencial de la economía. Como conclusión, Calviño ha expuesto que después de dos años muy duros el Estado tiene "una hoja de ruta clara" se tiene que aprovechar la oportunidad de una salida de la crisis radicalmente diferente de las anteriores gracias a la apuesta por la inversión pública que se ha desplegado.
Precisamente para aprovechar esta oportunidad, Calviño ha llamado a todos los sectores productivos a movilizarse y a seguir invirtiendo en la economía del país y ha recordado que con la colaboración público-privada en el Estado se pueden hacer grandes cosas, como por ejemplo los PERTE que si ya eran urgentes, con el estallido de la guerra todavía lo son más porque permitirán que el Estado gane autonomía ante las tensiones geopolíticas actuales.
Catalunya, primordial en el plan de recuperación
Más allá del panorama general de España, Calviño ha aprovechado la oportunidad de estar delante de los empresarios catalanes también para hablar específicamente de Catalunya, sobre todo con respecto a la ejecución de los fondos europeos. En primer lugar, ha asegurado que España sigue liderando la ejecución del plan de recuperación en Europa, ya que ha sido el primer Estado a pedir el segundo pago de los fondos. En segundo lugar, ya centrada en Catalunya, ha recordado que es la segunda comunidad que más fondo ha recibido y que estos han llegado a casi 2.000 personas o entidades catalanas. Además, ha celebrado la gran participación de proyectos catalanes en los PERTE, poniendo de ejemplo la Barcelona Supercomputing Center, que ya está participando en más de un proyecto.