La inserción laboral de los graduados y la continuidad formativa sigue mejorando en el ejercicio del 2018, en qué, transcurridos menos de 9 meses desde el final de los estudios, un 55,1% de los graduados tiene trabajo, un 0,64% más que el año anterior. Son las conclusiones extraídas del Informe de Inserción Laboral de las Enseñanzas Profesionales del 2018 del Consejo de Cámaras de Catalunya, presentado esta mañana en la Casa de la Llotja. Con todo, el presidente de la Cámara de Barcelona, Miquel Valls, ha mostrado su preocupación ante la obligatoriedad de cotizar por los estudiantes en prácticas. Valls cree que esta medida, recogida en un real decreto del mes de diciembre, implica una carga administrativa para las empresas que en puede ''desanimar'' muchas.

Valls teme que la medida provoque que las pequeñas empresas decidan "desentenderse del compromiso social" como califica ''la formación de la juventud''. De su lado, el director general de Formación Profesional, Joan Lluis Espinós, ha reconocido que la norma podría reducir el número de empresas que formen estudiantes pero se ha mostrado optimista con una posible solución, vía ''exención''.

Vale a decir que una bajada de la oferta de prácticas "sería negativa" ya que, según el informe, el sitio de prácticas es la principal herramienta a fin de que los graduados se inserten en el mundo laboral (hasta un 25%), además de la ayuda del centro educativo.

Por su parte, el director del Consejo de Cámaras de Catalunya, Narcís Bosch, ha hecho un apunte a la relación que las empresas tienen en el ámbito formativo. Bosch ha destacado que hasta el 91% de los alumnos aceptarían un trabajo en la misma empresa donde hicieron la formación, y hasta el 90% de los tutores de prácticas recomendarían sus alumnos, cifras que considera de "muy positivas".

Crece la inserción laboral

Además, los datos también muestran que la inserción laboral crece con la edad, mientras que la continuidad formativa disminuye a medida que la gente se hace mayor. Con todo, la inserción laboral aumenta en prácticamente todos los tramos de edad respecto de los años anteriores. La franja entre los 16 y los 19 años, la inserción aumenta en un 0,13% respecto del 2017, hasta el 29,75%. De los 20 a los 24 años, la gente con trabajo aumenta un 1,41%, con el 55,94% de personas insertadas. Los graduados de entre 25 y 29 años con trabajo son los únicos que disminuyen, un 0,11% menos, siendo el porcentaje de 77,6%. Por último, en el tramo de más de 30 años, la variación es de un 2,33% más, con un 83,02% de personas insertadas.

Espinós asegura que "los datos son muy buenos y vemos una tendencia de inserción elevada, mayor que el paro juvenil y el paro registrado". En más, "se pone de manifiesto que los estudios del ámbito industrial tienen un grado de inserción muy elevado, a la vez que el ámbito de servicio a las personas, que también tiene un grado de inserción alto". ​Por otra parte, los graduados que no encuentran trabajo alegan como razón principal la falta de experiencia profesional y otras situaciones personales.