El pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona ha aprobado este miércoles la declaración a favor del Consell per la República. En esta declaración, la corporación reivindica que la economía catalana tiene que poner el acento en la gestión desde Catalunya y por Catalunya de los recursos necesarios que permitan la mejora de la competitividad, fomenten la creación de riqueza y una mejor distribución de la renta en el país y acabar con el menosprecio y los agravios crónicos por parte de España. Para conseguir todo eso, la Cambra asegura que lo mejor es que Catalunya cuente con un estado propio.
En esta línea, la Cambra asegura que trabaja con varias instituciones para alcanzar la independencia y que una de ellas es el Consell per la República, con el president Carles Puigdemont al frente, a quien expresa su "reconocimiento merecido" por su trabajo para conseguir este hito tan necesario para el tejido productivo del país. Hay que recordar que esta muestra de apoyo ha llegado el mismo día que el TSJC ha decretado la nulidad del decreto con el cual se convocaron las últimas elecciones camerales en Catalunya, pero no su resultado final.
Reducción importante de las "sillas de plata"
Esta declaración no ha sido el único punto importante del orden del día aprobado por el pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona. En esta línea, también se ha aprobado una modificación considerable de los estatutos de corporación que modificarán el actual de composición del pleno "con la finalidad de estatuir un órgano más representativo del tejido productivo de la demarcación de Barcelona". En la práctica esta frase quiere decir que las sillas de plata se reducen de un máximo de 14 a un máximo de dos y ha sido aprobado con dos tercios de los votos a favor. El tercio que ha votado en contra del cambio está integrado por las grandes corporaciones, las principales perjudicadas, y la oposición a la candidatura independentista, liderada por el banquero Carlos Tusquets. Hay que apuntar que estas "sillas de plata" no se consiguen mediante las elecciones, sino a cambio de una aportación mínima de 75.000 euros anuales.
En concreto, la propuesta aprobada permitirá que el pleno de la Cambra, formado por 60 vocalías, tenga 52 miembros, sean personas físicas y/o jurídicas, elegidos mediante las elecciones de la Cambra que se celebrarán el año que viene, dos vocalías reservadas para las empresas de mayor aportación, las llamadas sillas de plata, y seis vocalías en representación de las organizaciones patronales catalanas.
Esta nueva composición del pleno será efectiva en las próximas elecciones y, según la Cambra, "permitirá garantizar una mayor representatividad del conjunto de las empresas de Barcelona", incrementando las vocalías escogidas en las elecciones y reduciendo al mínimo las vocalías con derecho al voto no elegidas democráticamente. Además, eso también permitirá "aumentar la presencia de aquellas categorías y grupos que tienen un mayor peso en la economía del territorio de la Cambra".
A pesar de la reducción de las sillas de plata, que normalmente son pagadas por las grandes empresas catalanas, la Cambra añade que quiere seguir trabajando con ellas de cara al futuro y es por eso que se creará la figura de "socio institucional" que dispondrá de servicios que respondan a sus necesidades reales, y con presencia en los actos y actividades organizadas por la corporación.
Cambio de escudo
Por último, la Cambra ha aprobado otro cambio, esta vez en su escudo. Concretamente, el pleno ha votado a favor de una modificación que elimina la corona borbónica del escudo de la corporación. Concretamente, la propuesta aprobada este miércoles se ha basado en una versión antigua del escudo del Consolat de Mar que fecha del siglo XVI, mientras que el actual fecha de 1758 y es el mismo escudo de la antigua Junta Particular de Comercio de Barcelona, diseñado por Francesc Tremulles.