La Cambra de Comerç de Barcelona ha reclamado ayudas directas o excepciones fiscales para paliar la escalada de precios de la energía, de la misma manera que se hizo un esfuerzo por ayudar al tejido productivo cuando estalló la pandemia de covid-19. "La situación ha llegado a unos niveles insostenibles para muchas empresas, sobre todo en las pequeñas y medias", ha asegurado este miércoles a la presidenta de la institución, Mònica Roca. La Cambra ha reiterado que la alternativa a esta situación no pueden ser los combustibles fósiles, sino una apuesta por la energía limpia|neta.

La Cambra presentado este miércoles los Indicadores de Progreso y Bienestar (IPB) y ha constatado la fuerte recuperación del PIB per cápita de la economía catalana en los últimos tres trimestres de 2021, que a finales del año se ha situado en un 2,9% inferior a los niveles precovid. Con todo, ha destacado que este indicador no da una visión total de la situación en la cual se encuentra Catalunya, que, por ejemplo, muestra diferencias importantes con los países europeos con aspectos como el gasto en investigación y desarrollo o el despliegue de energía limpia.

 

Gran déficit de renovables

En este sentido, Mònica Roca ha destacado que Catalunya se encuentra en una situación "vulnerable" con un gran déficit en el grado de implementación de las energías renovables, con un porcentaje de producción eléctrica proveniente de energías netas de un 19,8%; muy lejos del 36,4% europeo y todavía más del 44,6% en España. En la misma línea, el grado de soberanía energética de Catalunya fue del 33,9% en el 2019, muy lejos del 40,5% de los cinco países más avanzados de Europa, a pesar de la presencia de centrales nucleares. "La escalada de precios plantea una lógica muy perversa, hay muchos perdedores y solo unos cuantos ganadores, que son las eléctricas," ha insistido Roca, en que ha reclamado que se apueste para poner un tope al precio de la luz y financiar las pérdidas de las operadoras, en el caso de que estén o desvincular el precio del gas del cálculo de la tarifa eléctrica.

Desigualdades en Catalunya

La desigualdad económica en Catalunya en términos relativos con los cinco países más ricos de la Unión Europea no ha aumentado desde el inicio de la covid, pero sí que hay un incremento moderado de la pobreza durante el 2020, a pesar de las ayudas económicas desplegadas. El impacto de la crisis fue asimétrico según los grupos sociales, afectando especialmente a los jóvenes, que no ven como mejora la brecha salarial; y también a las mujeres, que tienen índices de ocupación más volátiles y son las primeras que pierden el trabajo en caso de crisis.

 

Productividad i salarios

Así, la Cambra ha constatado que hay diferencias sustanciales entre la productividad y los salarios reales en Catalunya en comparación con los cinco países más avanzados del continente, que no han mejorado con la crisis sanitaria. "Tenemos un problema de calidad del modelo de crecimiento", ha advertido al jefe del gabinete de estudios, Joan Ramon Rovira. En este sentido, la Cambra ha reclamado que se garanticen "sueldos dignos" para hacer frente a la coyuntura actual y revertir la desigualdad social. El ente ha apostado por subir salarios "de manera equilibrada" pero no en línea con el IPC mensual, sino buscando alternativas que comporten un esfuerzo también por las empresas.

El impacto de la pandemia ha provocado un descenso de la esperanza de vida, que es precisamente uno de los ámbitos donde el territorio catalán superaba en dos años los países europeos, cifra que ahora se ha reducido a seis meses. Con todo, los datos muestran una relativa normalización de la tasa de mortalidad a lo largo del 2021. Otro dato que no se ha recuperado es el del consumo privado per cápita, que el tercer trimestre del 2021 era un 5% inferior al último del 2019.