La decisión de Nissan de cerrar en Catalunya ha evidenciado la necesidad de debatir sobre el futuro de la movilidad y la automoción. La sacudida del cierre de la multinacional japonesa, que da trabajo además de 20.000 personas directa e indirectamente, complica la crisis generalizada debido a la pandemia de coronavirus. Aunque las administraciones y los sindicatos no se resignan a aceptar el cierre y se niegan a hablar de un plan B para las plantas de Nissan, las Cámaras de Comercio catalanas han puesto en marcha el proyecto de un hub de movilidad sostenible junto con el RACC, con la idea de hacer una referencia a Europa y encontrar también una alternativa para tapar el agujero de Nissan.
"La decisión de Nissan nos recuerda que el futuro de la movilidad en Catalunya puede sufrir sacudidas importantes", ha aseverado el presidente de la Cámara Joan Canadell, "es una noticia muy mala pero una gran oportunidad que hoy ponemos sobre la mesa", explica. Así pues, la propuesta de la Cambra de Comerç con el RACC es "liderar una iniciativa para hacer un llamamiento al tejido económico para recibir propuestas industriales para crear un hub de movilidad sostenible" de manera que la idea es "acompañar proyectos ligados a la movilidad sostenible que permitan transformar nuestra industria". En definitiva, se propone "un vivero de proyectos por el cual las cámaras y otras entidades velen para que tiren adelante".
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