Pocas horas antes de reunirse con el presidente español Pedro Sánchez, el secretario general de la UGT de Catalunya, Camil Ros, recibe ElNacional.cat en su despacho. Un despacho que es la evidencia que el conflicto catalán, el procés y la judicialización de este ha traspasado fronteras. En una pared llama la atención una serigrafía de Dolors Bassa, la exconsellera de Treball, ahora presa en el centro penitenciario Puig de les Basses. Y es que Bassa fue un elemento importante en la acción sindical de la UGT durante muchos años, y como consellera, UGT siempre recuerda "el gran trabajo que hizo", motivo por el cual el sindicato está preparando la petición de indulto para ella. Un Camil Ros muy crítico con el 2019 pero "esperanzado" con el 2020, que se muestra contento con "el proceso de diálogo" que parece que se inicia pero asegura que seguirá batallando por un objetivo que hace tiempo que persigue: la derogación de la reforma laboral.
¿Qué espera de esta reunión con Pedro Sánchez?
Nos llamaron el día antes por la mañana diciendo que estaba la posibilidad que los dos sindicatos mayoritarios [CCOO y UGT] nos reuniéramos con Pedro Sánchez y creo que es positivo porque aparte de la opinión política, es importante que oiga la opinión sindical. Aparte de la agenda catalana, queríamos situar el tema de la derogación de la reforma laboral, y respecto a la situación política queremos que nos explique cuál es la estrategia del Gobierno hacia Catalunya. Nosotros siempre hemos defendido que la solución tiene que ser política y que se constituya la mesa de diálogo y empiece a andar. Siempre he dicho que al igual que seremos muy exigentes con la derogación de las reformas laborales, en el ámbito del diálogo, al contrario, porque creemos que lo que ahora se necesita es que empiece a avanzar sin presiones para ir fructificando.
¿Como valora este 2019?
El 2019 fue un desastre económica, política, social y laboralmente. En cambio el 2020 lo vemos con esperanza, ya hemos conseguido el incremento del SMI, esperamos que antes del 1 de mayo podamos tener la derogación de la reforma laboral aunque sea parcial. Nos gustaría tener presupuestos en Catalunya y en el Estado, y que sean presupuestos de derechos sociales y laborales y que se pueda iniciar el proceso de solución política y tengamos soluciones individuales o colectivas para la gente que está en la prisión.
Hace un mes anunciaron que pedirían el indulto para Dolors Bassa. ¿Cómo avanza?
Lo estamos trabajando. Ahora estamos en la elaboración del texto, hemos hecho la petición formal y estamos en la fase técnica. Cuando la tengamos, tenemos que ver cómo y cuando la presentamos, se tiene que acabar de definir la estrategia. Lo hacemos para Dolors porque en el actual debate ella es una dirigente nuestra. Ha aportado mucho a esta organización y a la gente de la UGT, esté de acuerdo con sus opiniones o no, la aprecia y es una persona que siempre ha intentado aportar soluciones. Creemos que tenemos que pedir el indulto para ella; es un reconocimiento.
¿Sólo para ella?
Nos hemos centrado en ella porque genera un gran consenso dentro de la organización y el debate de los otros es un debate envenenado. Hay diversidad de opiniones. Nuestra prioridad es que salga ella y también el resto de la prisión cuanto antes mejor, y por lo tanto creemos que la fórmula del indulto es una buena fórmula. Una vez presentado hay un año de gestión y por eso estamos todavía trabajando la estrategia. Aparte de la opinión más personal de que ya tendrían que estar fuera de la prisión porque no tendrían que haber estado ni en preventiva, considero que parte de la solución política no empezará a ser real hasta que no estén todos fuera de la prisión.
El maltrato por parte del Estado en las políticas del día a día ha provocado en parte que todo eso estallara como ha estallado
Dolors en su alegato final en el Supremo se acordó de nosotros diciendo que fue en la UGT donde aprendió que los conflictos se solucionan dialogando, y en este punto estamos muy de acuerdo y se lo agradecemos. La vamos a ver a menudo y creemos que tenemos que hacer algo para ella y que tenemos posibilidades.
¿Creéis que tendrá un recorrido real la petición de indulto?
Creemos que lo tenemos que intentar y no lo hacemos por hacer, entendemos que es una vía. Y también es una vía dentro del conflicto político, la vía individual. Considero que durante este proceso de diálogo puede ser una buena opción.
Pero no a todo el mundo le gusta...
Yo entiendo que desde los sectores más independentistas no entren en el debate del indulto porque están en una posición de máximos y se sitúan en el marco de la amnistía o la nulidad. Lo que pasa es que la nulidad es parte de los tribunales europeos y la amnistía es fruto de un acuerdo, y también es una manera. Pero tampoco sería bueno que criticaran el indulto porque es otra vía de solución y al final sea como sea apostamos por la vía más rápida para que salgan de la prisión. Somos optimistas para este 2020 y da la sensación que podemos estar más en un proceso de desescalada del conflicto que al revés. La gente tiene ganas de soluciones.
¿Cómo valora el acuerdo entre ERC y el PSOE?
Creo que es el punto de inicio. Primero vimos el acuerdo con Podemos y dijimos que estábamos parcialmente de acuerdo porque sólo proponía derogar la reforma laboral parcialmente, pero el acuerdo con ERC lo vemos muy en positivo. Nosotros, que estamos muy acostumbrados a gestionar conflictos —obviamente no de este calibre— sabemos que a veces lo peor que hay son las interferencias de fuera, y por eso creemos que se les tiene que dar una oportunidad a la mesa de diálogo y a este acuerdo, pero hará falta tiempo.
Entramos en una nueva fase del conflicto...
Todo el maltrato que ha habido por parte del gobierno del Estado en las políticas del día a día ha provocado en parte que todo eso estallara como ha estallado. El autoritarismo del PP hemos de intentar que forme parte del pasado y que haya soluciones, y será creando un clima así que acabaremos encontrando una solución global. Lo que no puede ser es que mientras se está haciendo un proceso de diálogo, actores de la justicia como la JEC, el Tribunal de Cuentas o alguna parte de la judicatura den la sensación de que alguien quiere dinamitar este proceso y eso no lo tenemos que permitir.
A nivel estatal, los sindicatos reivindicabais 1.000 euros de Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el 2020. ¿Hay opciones de conseguirlo?
Nosotros hubiéramos preferido que los 950 euros de ahora fueran 1.000, y no sabemos si la CEOE no hubiera estado en la negociación si no habría sido de 1.000, porque en la totalidad del gobierno tampoco apasionaba la idea. [Ríe] Pero hemos conseguido que las patronales entren en la dinámica del aumento del SMI y creo que eso es positivo. Estos mismos cuando se subió el SMI a 900 euros dijeron que sería un estruendo y que se destruiría empleo, y al final nada de nada, mentira.
¿Como ve un SMI por territorio?
Sí, también entendemos que el SMI tiene que ser adecuado a la realidad de cada territorio. Y si aplicamos el 60% del SMI a Catalunya, según el informe de la Generalitat sobre el salario de referencia catalán, este es de 1.240 euros mensuales a Catalunya y de unos 1.160 a nivel estatal. Este es el objetivo. Nosotros como UGT lo que queremos reivindicar es que fuimos los primeros al pedir esto con la campaña del 2006 que se llamaba "Ponte a 1.000: ningún convenio por debajo de 1.000 euros", que en aquel momento el 60% salario medio eran 1.000 euros. Son luchas lentas y estamos en el camino, nuestra estrategia no acaba con los 1.000, acaba con los 1.200 o 1.250 en Catalunya.
Creemos que en la sociedad tiene que haber un suelo social, que pasa por el SMI y por las prestaciones, garantizar los mínimos como la educación, la vivienda, etcétera. Y aquí hay otro debate: fruto de los acuerdos, desacuerdos, presupuestos prorrogados y 155 todavía no hemos desplegada la renta garantizada de ciudadanía pero Catalunya, el Estado y Europa tienen que abrir el debate de la Renta Básica Universal.
O las pensiones...
Sí. El año 2009-2010 había la misma gente trabajando en la Seguridad Social que ahora, y entonces las pensiones tenían superávit. Por lo tanto, el problema principal de las pensiones no es la demografía, que también, sino que es lo que cobra la gente. Si se cobra tan poco no podemos pagar las pensiones, por lo tanto salarios dignos también quiere decir garantizar las pensiones de la gente y para hacer todo eso necesitamos políticas.
Queremos tener presupuestos aunque sea para criticarlos
El Salario Mínimo de Referencia (SMR) para Catalunya que presentaba el Govern fue muy criticado por parte de las patronales, aunque los sindicatos os mostrasteis a favor. ¿Eso cómo se desencalla?
Aquí está la trampa, porque, al mismo tiempo, hemos encontrado declaraciones de Josep González (Pimec) o del Sánchez Llibre (Foment) diciendo que se tienen que subir los salarios. Pero después en las mesas de negociación como la del SMI, en la realidad no se ponen. Es una visión antigua. Se ha demostrado que este aumento hasta los 900 euros no tiene impacto en la economía y si lo tiene, es positivo, porque tú puedes garantizar que cada euro que pones en los salarios se va al consumo, pero el dinero de beneficios empresariales no. Puede ir a la especulación o a un paraíso fiscal. En cambio subiendo salarios o pensiones estás dinamizando la economía.
Hablemos de presupuestos. El pacto entre el Govern y los comunes ha sido en parte criticado por el aumento de la presión fiscal. ¿Cómo lo veis?
La Generalitat de Catalunya tiene un problema de fiscalidad. Nosotros nunca nos hemos manifestado a favor de los presupuestos, siempre echamos de menos algo. Nuestra función no es aplaudir presupuestos. [Ríe] Pero aun así, sin que sirva de precedente, hemos dicho muchas veces que queremos tener presupuestos aunque sea para criticarlos, y estamos en este escenario. Tenemos unos presupuestos del 2017 aquí y en el Estado. Da la casualidad de que cuando se tenían que aprobar presupuestos para recortar había mayorías, en cambio hace unos años que la Generalitat y el Estado tienen más ingresos y se podrían hacer mejores presupuestos y no se han hecho, por lo tanto lo importante es que tengamos. Y lo que hace falta es empezar un trabajo de profundización fiscal para que haya una distribución mejor de las rentas, persecución del fraude fiscal y para que todo aquello que venga de nuevos ingresos fiscales revierta en reactivación económica y políticas sociales. Nosotros somos de los que creemos que pagamos pocos impuestos y que proporcionalmente la gente trabajadora es quien paga más, pero se tiene que luchar contra el fraude fiscal que hacen muchas empresas.
Aparte del fraude fiscal, cada vez más organizaciones ponen el énfasis en el déficit fiscal crónico que sufre Catalunya por parte del Estado.
Sí. Nosotros hace años que habíamos planteado cambiar el modelo de financiación y apostábamos por un modelo de concierto económico. Aquí había mucha gente que hasta que no se empezó con los recortes no estaban ni para el concierto económico, entonces se hablaba de pacto fiscal. Y no hace tanto, de eso. Catalunya necesita unos mínimos para poder mantenerse y ya se demostraba con la crisis que este mínimo que recibimos es insuficiente, y hay que partir de un suelo social.
En Catalunya tenemos algunos sectores que últimamente están sufriendo bastante, como es el caso de la automoción.
Sí, y es un elemento clave pero es que a veces se pronuncian unos discursos sin sentido. Por ejemplo, no podemos decir con la alegría que se dijo que no habrá diésel, porque las consecuencias son importantes. Estas decisiones a veces hacen mucho más daño de lo que se piensa, evidentemente que hay que hacer cambios pero si al final lo que hacemos es destruir nuestro tejido industrial, mal.
Me parece muy bien la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona, pero lo acaba pagando quien menos tiene. La mayoría de gente que tiene un coche que no podrá circular por la ciudad no es porque le gusten los coches vintage, sino que no se lo ha podido cambiar. En estos casos se tendrían que hacer políticas públicas para ayudar a estas personas igual que en su momento se hicieron los planes Renove, porque de esta manera también ayudas al sector. Se tienen que hacer políticas coordinadas porque de alguna manera parece que la Generalitat toma unas decisiones por una parte, el Ayuntamiento por la otra y el Estado por otra, y no puede ser, porque sino la transición climática es y será injusta.
En el 2019 también se ha sufrido un gran auge de ERE.
Sí. Si no estuviera la reforma laboral vigente, la gran mayoría de estos ERE no estarían autorizados. El caso más evidente es el de General Cable, porque no es una decisión de crisis económica sino de control del sector, y por lo tanto en otro momento este ERE no se hubiera autorizado. Hubo un discurso muy suicida antes del verano de algunos que nos decían que a finales de año entraríamos en una gran recesión y que la economía caería, pero ¿ha habido recesión? No.
Si vamos convirtiendo Catalunya en un país de servicios y turismo no tendremos los mismos niveles de bienestar que hasta ahora
Acompañado de eso, muchos de estos expedientes eran contemporáneos y el run-run de si los sindicatos conseguiríamos la derogación de la reforma laboral. Al mismo tiempo los sectores industriales se tienen que ir ajustando a las políticas climáticas y se pueden ver afectadas. El tema de la empresa Continental es parecido: empresas que se tendrían que haber reconvertido o renovarse, ahora se encuentran con que van tarde, pero también si aquí hicieramos políticas industriales de verdad estaríamos mucho más atentos y encontraríamos alternativas. El problema es que cuando se cierra una industria, en el mejor de los casos allí va un almacén de logística, no va otra industria. Y nosotros si defendemos la industria es porque es la que ha enriquecido más la economía. Si vamos convirtiendo Catalunya en un país de servicios y turismo no tendremos los mismos niveles de bienestar y riqueza que hemos tenido.
Se habla mucho del Pacto Nacional para la Industria (PNI) y parece que todo el mundo está muy a favor, pero después en cambio la partida de los presupuestos en el PNI es muy pequeña...
Totalmente. A veces da la sensación que Catalunya, y no sólo el actual gobierno sino que ya viene de antes, no tiene política industrial. Catalunya tiene que decidir cuáles son los dos o tres sectores industriales importantes y apostar por estos, que sean la parte tractora, y después ya tendrás otros más pequeños. Nosotros sabemos que somos buenos en automoción, agroalimentario y química. Pues apostamos por eso. Cómo quieres definir un modelo económico si no tienes claro ni los sectores industriales que quieres potenciar, los sector servicios y qué quieres hacer del turismo ni tampoco como tenemos que formar a la gente. ¿Haciendo política universitaria? Como país tenemos que decir qué perfiles se necesitan y potenciar que la gente se meta en estos sectores.
Cuando se acabe el trámite de aprobación de los presupuestos habrá elecciones en Catalunya, en principio. ¿Cómo lo ve?
Bien, yo creo que se tienen que cerrar ciclos. Si ahora no hacemos presupuestos quiere decir que seguiremos con los del 17. Si convocamos elecciones, en el mejor de los casos tendremos presupuestos a finales de año, por lo tanto nada de cuentas del 2020. Por lo tanto yo creo que tenemos que hacer presupuestos y elecciones después por un motivo: el gobierno del Estado, por muy inestable que digan, yo creo que será un gobierno largo porque no hay una suma aritmética para hacer una moción de censura y porque Sánchez no se arriesgará como hace un año a no tener presupuestos y convocar elecciones, porque le fue mal. Por lo tanto, si tienes una legislatura larga ya no priorizas tanto los objetivos electorales, y en Catalunya necesitamos lo mismo: que haya una trayectoria larga para poder hacer estas políticas industriales, sociales, de educación, etc. Es importante que, si puede ser, antes de vacaciones tengamos un nuevo Govern.
¿Por lo tanto hacen falta elecciones en Catalunya?
Yo creo que sí. El ritmo de elecciones de los últimos años hace que los políticos estén más pendientes de las consecuencias electorales a corto plazo y no se hacen políticas a largo plazo. Tenemos las municipales y las estatales hechas, por lo tanto nos falta hacerlas aquí.
Las patronales de Catalunya son muy tramposas porque no cumplen lo que dicen
¿Cómo están las relaciones con las patronales?
Depende del día. Las patronales catalanas hablan mucho de diálogo pero no sé si algún día les tendremos que dar algun plante. Porque hemos firmado muchos acuerdos y hacen declaraciones pero después lo que dicen no se traslada a la mesa de negociación. Las patronales de Catalunya son muy tramposas porque no cumplen lo que dicen, falta seriedad. Por ejemplo, si cogemos el acuerdo interprofesional de Catalunya que firmamos tanto con Pimec como con Foment, los cumplimientos son muy bajos. La relación es cordial pero no fructifica en la mejora del tejido económico. A las patronales durante muchos años se lo hemos dado todo. Entre los recortes, los gobiernos y las reformas laborales lo han tenido todo, pero acaba siendo una cuestión endogámica. Si hubiera una legislación laboral más pactada y equilibrada sus empresas también irían mejor.
¿Y con la Cambra de Comerç?
No hay relación, pero viene de siempre, no desde el Canadell. En el ámbito efectivo del mercado de trabajo, las cámaras no tienen incidencia y por lo tanto podemos coincidir en actos institucionales pero no nos hemos reunido expresamente, ni con el Miquel Valls en su momento ni con Joan Canadell.
Hay una guerra latente entre las patronales y la Cámara por la representatividad.
Yo siempre digo que nuestra referencia es el Estatuto de Autonomía, en el cual esta parte fue acordada, y que define claramente cuál es el papel de patronales y sindicatos, que somos agentes sociales con potestad para acordar en el ámbito del trabajo y tenemos que ser consultados para ciertas decisiones de los gobiernos. Y después están las cámaras, los clusters y otras instituciones que tienen otro papel. Al final se tiene que encontrar un equilibrio y si eso tiene que cambiar pues que me lo digan. Yo lo que necesito saber es con quién tengo que negociar el convenio colectivo cuando hay un conflicto; el resto es una guerra que corresponde a las patronales.
Lo que nos importa no es el color del gobierno sino el de sus políticas
Últimamente se ha producido un auge de evidencia política en varias organizaciones como la Cambra de Comerç con Eines de País, el auge de la Intersindical entre los sindicatos, la propuesta de creación de la patronal AnemxFeina de la ANC… ¿Cree que eso pasa porque hay una parte del empresariado o trabajadores que no se ven representados?
Yo creo que se magnifica mediáticamente. Es verdad que con la situación política que estamos viviendo todo se ha politizado mucho más. Siempre he dicho que en Catalunya la gente tiene que apostar por un sindicalismo en función de su respuesta sindical y laboral y no por la posición política. Y yo no creo que tuvieran más fuerzas las organizaciones si fueran causa efecto de la situación política, nosotros apostamos por una representación plural donde pueda ser aceptada cualquier opinión política. Es legítimo que haya opciones que posicionen claramente, pero yo creo que en Catalunya ayudamos mejor a la clase trabajadora si a los sindicatos la gente participa en función de su labor y no de política, por eso ya están los partidos. Llevar la división política en el resto de organizaciones económicas no aporta, según mi opinión.
El 1 de mayo ya no queda tan lejos. ¿Qué esperamos?
Yo espero que el 1 de mayo pueda ser el primero 1 de mayo parcialmente positivo, que quiere decir que el disco rayado que llevamos desde el 2010 pidiendo la derogación de las reformas laborales, parcialmente podamos decir que lo hemos conseguido. Seguirá siendo de movilización, de recuperación de derechos, etcétera. Y si no lo hemos conseguido, pues seguiremos con el disco rayado. Haya el gobierno que haya, lo que nos importa no es el color del gobierno sino el de sus políticas.