La pandemia del coronavirus será "más dura en cuanto a la mortalidad en octubre y noviembre", según ha advertido este lunes el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, no solo se verá amenazada la supervivencia de los ciudadanos sino también la de las compañías. Así lo ha advertido el presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell, este viernes a través de su cuenta de Twitter: "Después de la crisis sanitaria, que finalmente parece que está siendo controlada, todo indica que los próximos meses serán muy duros para muchas pymes y autónomos".

Las empresas, para poder afrontar la siguiente etapa de crisis, se están centrando en fusiones, en la ampliación de capital con aportaciones de nuevos socios e incluso en hacer fondos económicos para invertir en empresas viables que necesiten aguantar unos meses hasta que vuelva a la normalidad. Y en este tipo de acciones y en la reorientación de los negocios se está centrando la Cambra de Barcelona y el resto de cambras catalanas para salvar al máximo la actividad económica.

Las consultas y cuestiones formuladas por las empresas para intentar mantener la actividad en marcha "durante los primeros meses estaban relacionadas con cómo obtener líneas de financiación ICO o realizar ERTE; posteriormente se enfocaron en cómo reorientar el negocio, y ahora, finalmente, las demandas giran en torno a cómo encontrar una salida a la cesión de la actividad", indica Canadell. 

El que cierra una empresa “sufre duramente desde el punto de vista personal y económico, y menudo ve desvanecidas muchas ilusiones y esperanzas de futuro. Además, desgraciadamente, también conlleva la pérdida segura de puestos de trabajo y de generación de riqueza y bienestar”, lamenta el presidente. En esta situación, no es lo mismo cerrar una empresa y dejar las máquinas inactivas que terminar una actividad y traspasarla a un tercero, concreta.

“En algunos casos, un cierre puede suponer que alguien recupere la actividad si sabe conseguir que los clientes sigan consumiendo en otro establecimiento que quizá verá incrementada su actividad”, añade Canadell. En este sentido, las cámaras catalanas, lanzaron el pasado mes de abril un programa que lleva por nombre “Que ninguna empresa cierre” y que tiene como objetivo ayudar a las empresas a no verse obligadas a concluir su actividad. El proyecto está formado por un equipo de casi 200 asesores experimentados voluntarios, principalmente de la Asociación de Seniors de Cataluña para la Orientación del Talento Emprendedor (Asencat) y el Colegio de Graduados Sociales de Barcelona

 

Imagen principal: Imagen del sistema de automatización del riego desarrollado por la empresa Ongrup. Foto: ACN