Los residentes de Catalunya realizaron un 25,6% menos de viajes durante el tercer trimestre, que coincide con los meses de julio, agosto y septiembre, según la Encuesta de Turismo de Residents Familitur del INE. El gasto turístico se hundió un 48,4%, hasta los 1.928,8 millones de euros. La llegada del verano supuso un aligeramiento de las restricciones a causa de la pandemia de la Covid, pero sin embargo, varias comunidades autónomas cerraron zonas concretas para evitar rebrotes por la Covid. Además, algunos países extranjeros impusieron restricciones a los viajeros provenientes del estado español, como prohibición en la entrada, cuarentenas o solicitudes de pruebas PCR.
Los viajes de los catalanes y catalanas se redujeron, pues, hasta los 7,49 millones, según los datos del INE. El número de pernoctaciones se situó por debajo de los 50 millones, concretamente 48,04 millones, cifra que representa un descenso interanual del 27,1%. El gasto medio por persona se situó en los 257,3 euros delante de los 371 euros del tercer trimestre del 2019, es decir, un 30,6% menos.
Turismo nacional durante el verano
Catalunya se situó como el segundo territorio del estado español preferido para los viajes de los españoles y españolas durante el tercer trimestre, con el 13,2% del total (6,1 millones de viajes) por detrás Andalucía, que registró un 20,1% (9,2 millones). Los residentes en Catalunya también fueron los segundos a hacer más viajes durante el tercer trimestre, con 7,5 millones, un 16,2% del total, y por detrás de Madrid, con 9,4 millones de viajes.
En el ámbito estatal, el turismo con destino al extranjero, fue el más afectado, con descensos del 79,3% en viajes, del 79,9% en pernoctaciones y del 86,5% en gasto. Muchos países extranjeros impusieron restricciones a los viajeros provenientes de España, con prohibiciones en la entrada, pruebas PCR o cuarentenas.
En cuanto al modo de transporte, el 88,5% de los viajes que se hicieron al verano en el estado esnyol fueron en vehículo propio, mientras que los viajes en transporte aéreo retrocedieron un 72,8%. Los viajes en bus cayeron un 60,1% y, en tren, un 51,4%.