Catalunya ha cerrado el 2015 con el peor nivel de inversión estatal en infraestructuras desde 1997 (el primer año de la serie histórica). Así lo ha constatado un estudio de la Cambra de Comerç de Barcelona que ha querido ir más allá de las declaraciones políticas y ceñirse a las cifras de ejecución publicadas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. "Que salga el presidente de Renfe y Adif a decir que estos datos no son ciertos", ha advertido el presidente de la Cambra, Miquel Valls.
En este sentido, de los 949,5 millones de euros presupuestados por el Estado en inversión en infraestructuras de transporte en Catalunya, se han gastado sólo 555,9 millones. O lo que es lo mismo, tan solo un 59%, muy por debajo de la media del conjunto de las comunidades autónomas que es del 72%. Según Valls, solo se cumplió la disposición transitoria de la cláusula tercera del Estatut en materia de inversiones durante el primer año. Lo signaron el exconseller de Economia Antoni Castells y el exministro de Economía Pedro Solbes.
El AVE en Galicia antes que el Corredor Mediterrani
"El Estado está priorizando el AVE en Galicia por encima de otras inversiones más necesarias y estratégicas para la competitividad, como es del Corredor Mediterrani", ha asegurado el máximo responsable de la Cambra justo antes de advertir que el Corredor "está medio parado" y que los accesos del Port de Barcelona "no estarán en condiciones de licitar o ejecutar" hasta mitades del 2017.
De esta forma, Valls ha lamentado que Catalunya sólo reciba el 9,9% del total de inversión en infraestructuras de transporte presupuestado por el Estado en el 2015 teniendo en cuenta que el PIB catalán representa el 18,9% del conjunto de España. Así pues, "Catalunya no solo se presupuesta menos de lo que le pertocaría por PIB sino que, además, se ejecuta por debajo de lo presupuestado."
¿Cómo influyen las relaciones entre Catalunya y España?
Según Valls, "es evidente que no hay las mejores relaciones entre el Govern de Catalunya y el Govern central. Y esto tiene repercusiones en la obra pública? Aquí tenemos los datos."
Y no sólo en los de infraestructuras de transporte sino también en los datos de inversión pública total del Estado en Catalunya, encontramos nuevamente un presupuesto de ejecución inferior al del conjunto de comunidades autónomas. De los 1.040,5 millones presupuestados, sólo se han gastado 736,3 millones, lo que supone un 71% mientras que la media del conjunto es del 89%.
Al mismo tiempo, la inversión pública total del Estado en Catalunya representa únicamente el 8,2% de la inversión regionalizada en 2015. Una cifra muy inferior a su peso económico y poblacional que evidencia el déficit de inversión del Estado en Catalunya.
Proyectos pendientes desde hace años
El Plan de Rodalies y la red metropolitana, el Corredor Mediterrani o los accesos del Port de Barcelona "son proyectos pendientes desde hace años". En concreto, el enlace de l'a A-2, la AP-7, la B-30 a Castellbisbal, la autovía orbital B-40, el desdoblamiento de los túneles de Vallvidrera, los nuevos túneles de Horta (viario y ferroviario) o el eje de la Conreria. Valls considera que "el Estado no cumple con los compromisos con Catalunya". Y por ello, ha reivindicado que desde la Cambra continúan insistiendo en la importancia de adoptar las infraestructuras necesarias en Catalunya para promover el crecimiento económico. Sobretodo en un "contexto de recuperación y desinversión acumulada."
Más concretamente, la recuperación está generando un incremento notable del tráfico de pasajeros y mercaderías por carreteras y ferrocarriles de Catalunya. Y si este crecimiento no va ligado a una política de inversión en renovación, mejora y ampliación de las infraestructuras, se corre el riesgo de que haya más accidentes, más averias y un colapso en las zonas saturadas.
A modo de ejemplo, solo se ha ejecutado el 5% de la inversión presupuestada por Renfe en trenes (5,9 de 115 millones) mientras que Adif solo ha invertido el 27% de lo previsto en vías en Catalunya (31,7 de 118,4 millones). Desde la Cambra, se pedirá al nuevo ministro de Fomento que se aborde las infraestructuras de Catalunya como prioridad. Una vez más. "Hace falta una política de inversión planificada y creíble", ha concluido Valls.