El Govern de la Generalitat se gastó un total de 1.256 millones de euros para combatir la Covid durante los 11 primeros meses de 2021, según los últimos datos del Ministerio de Hacienda publicados este lunes. Más allá del gasto por la Covid, los mismos datos también muestran que Catalunya aumentó su superávit durante el mismo periodo hasta los 781 millones de euros, que representan un 0,34% del PIB. Si comparamos estos datos con noviembre del 2020, vemos cómo Catalunya ha aumentado su superávit en 531 millones en solo un año. Este aumento del superávit es generalizado en todas las comunidades autónomas menos en Aragón y La Rioja, donde el superávit es menor de lo que hace un año, además solamente hay dos comunidades que se encuentran en déficit actualmente, el País Valencià (-208 millones) y Murcia (-129 millones), en los dos casos se ha reducido respecto de hace un año, en total las 17 regiones españolas suman un superávit de 8.315 millones de euros. Las razones para estos datos son muy concretas según el Ministerio, que considera que el aumento obedece a un incremento de los gastos del 7,1%, ante los ingresos que crecen a un ritmo del 10,9%. De entre todos los ingresos destacan los impuestos sobre la producción y las importaciones, que aumentan un 34,3% (14.694 millones), destacando el crecimiento del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y el de actos jurídicos documentados en un 47,8%. También aumentan los ingresos por impuestos sobre el capital en un 56,3% (2.907 millones). Por su parte, los ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio caen un 1,7% (48.815 millones).
Al mismo tiempo, hay que apuntar que las transferencias entre las diferentes administraciones crecieron un 12,1% (115.574 millones) hasta noviembre. Concretamente, las transferencias recibidas del Estado por parte de las comunidades representan el 50,4% de los recursos del subsector, destacando la partida recogida en los presupuestos de 13.486 millones y destinada a dotar de mayor financiación a las comunidades para la cobertura de los servicios públicos fundamentales. Los ingresos obtenidos del resto de recursos se sitúan en 17.021 millones de euros, creciendo un 22,7%, debido, principalmente, al crecimiento de los fondos FEDER y FSE. Entre los gastos, la remuneración de asalariados crece un 6,6% debido, entre otras razones, al número mayor de efectivos en educación y sanidad. Los consumos intermedios crecen un 1,6% hasta los 30.652 millones, de los cuales 19.152 millones corresponden al ámbito sanitario. Por su parte, las subvenciones aumentan un 30,9% hasta los 3.662 millones por el incremento de las ayudas al transporte, lo cual se compensa con el descenso de los intereses, que disminuyen un 15,6% (2.718 millones). Las transferencias sociales en especie se elevan en un 4,2% hasta los 28.360 millones a causa del gasto mayor en conciertos sanitarios y educativos y al incremento del gasto en farmacia. Por su parte, las prestaciones sociales diferentes de las transferencias en especie aumentan un 4,9%. Finalmente, la inversión crece un 9,9% con respecto a 2020, alcanzando los 12.827 millones.
El déficit baja a 55.536 millones
Una cosa son las comunidades autónomas y la otra las administraciones públicas españolas. En total, estas acumularon un déficit de 55.536 millones de euros en los once primeros meses del año, un dato que equivale al 4,62% del PIB y que, en un mes para el cierre del ejercicio, apunta en el hecho de que se cumplirá la previsión de situar el desfase anual en el 8,4% del PIB. Con relación a los datos de hace un año, el conjunto de las administraciones públicas -excepto las corporaciones locales, los datos de las cuales todavía no se conocen- redujeron en un 37,9% su déficit con respecto al periodo enero-noviembre de 2020. Esta importante reducción del déficit fue posible, principalmente, a la buena marcha de los ingresos, que se dispararon un 12,1%, mientras que los gastos solo crecieron un 2,7%. Ahora bien, estos datos de ingresos y gastos, advierte a Hacienda, se ven afectados tanto por el efecto contable de la reversión en el Estado de autopistas como por la diferente incidencia de la pandemia en los ejercicios 2020 y 2021.
La recaudación tributaria, por su parte, creció un 15,6% con respecto al mismo periodo de 2020 hasta los 230.719 millones. Eso también supone un aumento del 5,3% comparado con los datos del 2019, antes de la pandemia, con fuertes crecimientos de los impuestos sobre el capital (51,4%), la producción y las importaciones (18,2%) y la renta y el patrimonio (12,5%). Por el lado de los gastos, los consumos intermedios crecieron un 5,8%, en parte a causa de los 1.203 millones gastados en vacunas; la remuneración de asalariados, un 5,7%, y las inversiones, un 11,1%. La otra administración del Estado que también cerró en noviembre con superávit fue la Seguridad Social, en este caso de 1.222 millones, un 0,1% del PIB, lejos del déficit de 18.443 millones de un año antes y de su referencia anual del 1,5% de déficit, gracias al aumento de las cotizaciones sociales y los menores gastos relacionados con la pandemia.