Un grupo de economistas asegura que el Govern de Catalunya tendría hasta 9.000 millones de euros más cada año si tuviera un trato fiscal similar al del País Vasco. Es decir, si los impuestos que pagan los que viven a Catalunya sirvieran en una proporción más alta para las políticas sociales en Catalunya, explica RAC1.

El informe donde se revela esta información lo firman los economistas Albert Carreras, Joan B.Casas, Júlia Montserrat, Daniel Quer, Francesc Raventós y Josep Reyner. Al texto aprovechan para denunciar que con el sistema actual de distribución de recursos públicos, el Govern de Catalunya es el que dispone de menos recursos por habitante, a pesar de aportar un 20% de recaudación tributaria por encima de la media española.

El economista Joan B.Casas explica en RAC1 algunas de estas desigualdades respecto de otras comunidades autónomas: "¿Es equitativo que el País Vasco tenga por habitante un 85% más recursos que Catalunya, teniendo el mismo marco constitucional? ¿Es racional que Madrid, que hemos estimado nosotros que tiene un impacto (como consecuencia del efecto capitalidad) de unos 28.000 millones de año, encima practique 'dumping' fiscal?".

La pandemia exige corregir errores

Por su parte, Francesc Ravetós ha indicado que la pandemia ha hecho necesario corregir errores: "Llega un momento que afecta gravemente a la calidad de vida de los ciudadanos. Lo queremos denunciar y que al final se encuentre una solución que resuelva el problema. Nosotros proponemos una solución factible y constitucional".

El gobierno de Rajoy y la negativa al pacto fiscal

En noviembre de 2017 fue una de las últimas veces que se discutió sobre la posibilidad de negociar un pacto fiscal con Catalunya. El Gobierno de aquel momento, con Mariano Rajoy al frente, se negó.

El diciembre de aquel mismo año, Íñigo Urkullu, propuso en un artículo en El País que el Gobierno abordara la nueva financiación autonómica pensando en el concierto económico para todos los territorios. De este modo, consideraba que se "avanzará en un nuevo sistema descentralizado", así como para que la financiación de los territorios fuera más eficiente.

"El concierto económico y el cupo fundamentan el principio de bilateralidad", afirmaba el lehendakari, al mismo tiempo que añadía que este es "un sistema equiparable al resto de sistemas fiscales europeos" porque se trata de "un sistema fiscalmente responsable y no supone ningún tipo de privilegio".